05.Más amargo de lo que recordaba (3/4)

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Llegamos al capítulo 5, un gran triunfo para mi persona.

Gracias por seguir leyendo. No sabes lo feliz que me hace. Espero que les esté gustando mucho la historia.
Como dije, aún falta muchooo por delante. No desesperen. Por algo los capítulos son un poco largos.

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Repito, cualquier falta de ortografía, no duden en escribirme. Me hacen muy feliz los comentarios, por favor, no se olviden de comentar que tal les va pareciendo la historia, de esa forma me dan más ánimos de escribir. Gracias. Besos 💋✨

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La mañana era agradable y más cálida de lo que Soren solía soportar. Abochornado y cansado, dormitó en su asiento durante la clase libre de la materia de pociones, de las cuales apenas y sabían que tenían una profesora que jamás asistía a sus clases; mismo salón qué el profesor Luceri ya se había apropiado temporalmente como suyo.

El rubio de vez en vez volteaba a su alrededor. Sus amigos estaban muy entretenidos jugando con cartas encantadas en la mesa de Thomas y de él como para decirles algo. Por su parte, el par de brujos se encontraban muy ocupados, escribiendo anotaciones casi en silencio, solo volteando entre sí para afirmar de vez en cuando, y solo, raras veces, la bruja tocaba el hombro del brujo como si se dijeran algo, acto imposible, porque ni se dirigían palabra.

Los cambiaformas hacían sus jugarretas habituales, los lobos y las sirenas estaban discutiendo una cuestión de territorio desde esa mañana y, con ello, el caos reinó en el salón desde muy temprano. Los elfos conversaban en su idioma una plática muy entretenida, los gorgones dormían o comían golosinas en sus asientos. Pero las hadas, mierda, las malditas no dejaban de molestar con sus quejas en voz alta, ya ni los vampiros se quejaban tanto. Tan brillantes y hermosas y lo que quieran, pero a veces se volvían insoportables. En especial aquella hadita, quien destacaba más de lo que a Soren le agradaba admitir. Carey, el rubio creía recordar bien su nombre.

Mierda y más mierda, esa chica sí que era una rara. Mestiza de humana y hada, como la mayoría de las hadas de ese lugar. Y simplemente no encajaba mucho con los de su especie. Engreída, altanera y vanidosa. Desde que cruzaron miradas sabían que no se iban a agradar. Ambos habían escuchado rumores del otro al llegar a las instalaciones, y para desgracia de estos, los padres de ambos eran demasiado ruidosos para sus gustos. La maldita coincidencia de haber llegado casi a la par el día de registros.

Carey Blair, era más manipuladora de lo que creyó Soren que sería. A tan poco tiempo y ya sabía una lista innumerable de embrollos de esta, y para su desgracia, ella había escuchado de mejor fuente, los propios padres de Soren, sobre sus inconvenientes familiares. Más, hasta ahora, nunca se le acercó para chantajearlo cuando pudo. Cosa que ahora era imposible, debido a que él mismo se delató solo desde el principio.

Sabía que esa cría de hada era peligrosa, todo mestizo qué sólo alababa su parte monstruosa lo era; esa criatura solo aspiraba a ser un hada, se veía en su mirada, y al verla el día anterior al lado del brujo en la cafetería cuando se dirigía a los dormitorios, solo lo hizo sentir una punzada de desquicio. No quería ni pensar que estaría tramando esa mocosa, y mucho menos en lo tan idiota que había que estar el brujo como para acercarse a un ser como ella, las hadas, en su mayoría, por mucho que dijeran siempre la verdad, eran buenas mentirosas. Y siempre, siempre te pedían algo a cambio de lo que te ofrecieran. Lo peor, es qué debías pagar el doble del precio acordado. Eso estaba en las letras pequeñas del contrato, ocultas a simple vista.

La chiquilla gustaba de juntarse con criaturas qué seguro ni conocía su naturaleza. La mayoría de mestizos de humanos jamás llegaban a convivir con los de su propia especie, mucho menos con las demás. De hecho, era una nueva anomalía, normalmente solo asistían pura sangre no hace menos de 50 años atrás, los mestizos incluso rara vez se enteraban de su propia sangre, y así, en medio de una ignorancia pura, vivían el resto de sus vidas sintiéndose unos bichos raros bajo su propia piel.

HIJOS DEL CAOS [CAZADORES Y MALDICIONES] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora