להיוולד מחדש

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Creo que aspiré mucho de esas flores mágicas, porque aluciné.
Ví que el planeta ya no es territorio de guerras y campañas.
Sentí como la vida adquirió sentido fuera de una oficina y soñé.
Que los valores ya no se cambian por papel ni por una vestimenta cara.
Noté que las religiones desaparecieron y ahora los humanos daban amor y no rezos.
Las fronteras se acabaron, porque aunque no era pangea los políticos se marcharon.
Brillaban las estrellas, la luminosidad de las ciudades eran pequeñas.
Veías los cometas viajando a una velocidad que me hizo recordar la bomba nuclear de paz
Los negros y blancos, ya no eran enemigos, ahora todos sabían que eran hermanos.
Hermanos de la tierra unidos por un mismo camino humano.
Los poetas eran recompensados, con millones de lectores.
Las letras denigrantes fueron olvidadas y se hablaba de Nietzsche y Neruda.
Las galerías estaban llenas, de personas y de obras de majas desnudas.
Los policías cuidaban las aceras y no abusaban de su placa.
La familia se respetaba y el planeta entero era verde, el aire puro se respiraba.
Ya no habían seres bajo los puentes porque todos tenían un hogar para dormir tranquilamente.
Las injusticias fueron arremetidas y aquel que no fuera honesto sería la vergüenza del resto.
No armas, no drogas, sólo libros y versos de un poeta que aspiró flores violetas.

Creo que aspiré mucho de esas flores mágicas, ven, ven mi amada, dame otra que aún no quiero despertar en esta tragedia llamada "vida humana"

10 poemas de soledad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora