La vida
La vida sigue dándome golpes como si de un saco de boxeo se tratase, aveces esos golpes son leves y otras veces, por no decir la mayoría de ellas son tan fuerte que me llevan a morir.
La vida es mi enemigo más grande y feroz, pero también es mi única amiga, aveces sus golpes son los recuerdos de que a pesar de todos ellos sigo.... viva.
Aunque viva estoy sin luz en mi día a día, la esperanza de tener una vida plena se quedó estancada cuando muy forzosamente la vida me dio otra paliza, una de las que te marcan y dejan cicatrices tan profundas que son tan difíciles de sanar pero fáciles de ocultar.
Así es, los golpes que da la vida no son en zonas fácilmente vistas, siempre serán en el punto más frágil y muy poco visible, así podemos ocultar sus marcas de quien intente querer explorarlas, por que nadie tiene que saber de ellas ni mucho menos notarlas.
La vida sólo quiere hacerte fuerte, pero aveces no es la fuerza lo que necesitamos, sino el pequeño momento de felicidad que la misma podría brindarnos.