Descansa
Descansa, sobre mi pecho,
donde el latido incierto de mi desbordado corazón
canta susurrante solo para ti.
Descansa, bajo el refugio de este amor que no conoce límites,
como un árbol que extiende su sombra infinita en cada rincón de tu ser.
Descansa, en las noches frías del invierno,
encontrando calor en el abrazo de mis brazos,
como un fuego que arde eternamente en medio de la tempestad.
Solo descansa, sin pensar en el mañana incierto,
descansa en la calma que desprendo
cuando tus manos, sin saberlo, dan vida a mi amor.
Descansa, mientras yo cargo con las sombras,
mientras enfrento los dolores del mundo y las tristezas del alma.
Que tu descanso sea pleno,
mientras yo combato las sombras que habitan en mi interior.
Descansa, aunque en el eco de la noche,
tus pensamientos no me busquen,
aunque tus sueños se deslicen lejos de mí.
Descansa, mientras mis dedos recorren
cada rincón de tu espalda,
como quien busca un refugio en tierras lejanas.
Y si el alba te encuentra sin amarme,
si el día trae consigo la indiferencia,
descansa igual, amado mío,
pues este amor no pide nada a cambio,
solo que descanses en él.
