Quién hubiera pensado que después de meses regresaría a este ciclo de desafíos. El pensamiento de cómo podría afectar mi peso volvió a mi mente, atormentándome desde el momento en que me levanto hasta el momento en que me acuesto.
Al sentarme frente a un plato de comida, siento cierta incomodidad. Me viene a la mente el desagradable recuerdo del sabor del alimento subiendo por mi garganta, el ardor que provoca en mi esófago. Me veo a mí misma, luchando con cada bocado, mis lágrimas mezclándose con mis mocos, manchando mi blusa.
Siento temor al enfrentar la balanza, consciente de cómo ese simple número en un cuadrado de vidrio puede tener un impacto tan grande en mi estado emocional y salud. Es sorprendente ver el poder que eso tiene sobre mí.
Cada día parece ser una repetición del mismo sentimiento de inseguridad hacia mi cuerpo y hacia ese número temido, el miedo de que aumente.
A veces, me detengo por un momento, reflexionando sobre el daño que me estoy haciendo, preguntándome si realmente debería continuar. Pero una vez que comienzo, es difícil detenerme. Mis manos tiemblan y mis ojos se llenan de lágrimas, señales de mi cuerpo suplicando ayuda, y yo lo ignoro, castigándolo.
El olor desagradable en mis dedos, el olor a vómito, es un aroma que evoca repulsión para muchos. Cada vez que veo un plato de comida, ese olor viene a mi mente. Esta es mi realidad, una que encuentro desagradable y dolorosa.
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Lo Que Nadie Te Va A Contar
Randomen este pequeño libro subire pequeños o largos escritos sobre problemas de mi vida, como forma de desahogo, pueden ser trastornos, traumas, etc, si te sientes identificado o quieres apoyar un poquito lo que hago puedes leerlo. ⚠️Este libro abarca te...
