CAPÍTULO II

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Aquella mañana había salido de mi casa con la intención de ver a mis padres. Quién hace mucho tiempo que no los veía. La relación entre mis padres y yo jamás ha sido la mejor de todas. Sobre todo porque solían compararme con mi hermano mayor. El "popular de último año".

Oliver Novak, quién es el famoso hermano mayor que tengo. Las chicas de la facultad están locas por él. Aunque la mayoría de las veces suele involucrarme cuando no tiene nada mejor que hacer. Gracias a él si es que así debería llamarlo, existe un rumor que ha estado durante un tiempo. El cual dicen que he utilizado a las chicas para mí benefició.

Aunque de cierto modo es un poco de verdad la otra parte no lo es. Oliver, suele pedirme que me acerque a las chicas mas lindas de la facultad con la intención de poderse acostar con ellas. Hacer que ellas cumplan con su fantasía sexual y al día siguiente las trata como si no fueran nada. Ha tenido la suerte de que el condón no se haya roto durante el sexo.

¿Cuál es la razón por la cual hago esto? ¿por qué no simplemente me alejo de él? Bueno... Eso fue lo que hice. Al principio parecía divertido. Pensaba en que estábamos ayudando de cierta manera a las chicas que estaban con muchos deseos placenteros pero, me di cuenta después de un incidente que terminó siendo falso. Cuando aquella chica que estaba con él, había dicho que estaba embarazada de él. Pero comentaba que también se había metido conmigo. Ambos éramos responsables de dicho bebé. Investigamos a profundidad y descubrimos que no era cierto.

Mis padres, no saben nada de esto. Por lo cual lo catalogan como el niño bueno de mamá y papá. Pero, para mí siempre ha sido lo contrario. Mi hermano comenzó a decirles que yo salía con muchas chicas y que solamente tenía sexo con ellas para mis beneficios placenteros. La rabia del momento me gano y lo único que hice fue tomar mis cosas e irme a la residencia. Donde actualmente vivo. Desde entonces... No nos habíamos hablado. Cuándo llegue a la cafetería preferida de mi madre. Me di cuenta de que no solo era ella y papá. Sino también estaba ahí Oliver. Quién observaba con atención cada uno de mis movimientos.

La cafetería olía muy bien, vainilla, capuchino, frape y te caliente. Las ventanas grandes permiten que la luz natural entrará, había algunas macetas con plantas muy hermosas, mesas para hasta dos, cuatro, individual y 6 personas; el piso era de madera de pino, las paredes ladrillo de color grisáceo. Se veía antiguo debido al desgaste de la pintura de las paredes. Tome asiento junto a ellos. Quedando frente de mi madre y padre. A mi lado estaba Oliver.
Mi madre fue la primera en hablar.

—Hace mucho tiempo que no nos vemos cariño. —comento con una sonrisa cálida.

Aunque pareciera que me daba gusto que me hayan llamado para vernos. En realidad estaba un poco nervioso, porque no sabría si seguirían enfadados conmigo por culpa de Oliver. Ya que una vez que me alejara de mi familia y la ciudad donde crecí. Debía de estar solo. Comencé a ganar dinero propio con los partidos de básquetbol al igual que suelo trabajar en una pequeña cafetería que a hace unas semanas había sido abierta para el público.

—Me da gusto verte de nuevo hermanito menor. —comentó con una sonrisa divertida.

El sarcasmo de Oliver siempre era muy habitual a la hora de estar frente a una mesa o en todo momento. Sobre todo cuando estaba cerca de él. Para mis padres, solamente era un juego de niños. No veían que realmente a él no le agrado ni una pizca.

—Hola mamá. Veo que sigues siendo igual de linda como la última vez... —comunique amablemente.

Sabía que mi rostro en realidad no aparentaba nada de felicidad. Pero, mantenían un estado neutral. Al menos eso es lo que trataba y el simple hecho de ignorar a Oliver lo hacía enfadar para mí, era una satisfacción.

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