En aquella vivienda donde residía la familia Patus, eran conocidos por su peculiar tono de cabellos blancos y ojos rojos, sin embargo eran adorados por todos los vecinos. La madre, Dalia Patus, era una mujer de renombre conocida mayormente por todos, su calidez y valor la convirtieron en una mujer admirable, más aún al ser una madre soltera la cual cuidaba de dos bellos hijos.
Ignis era el mayor mientras que Ingrid la menor. Ambos hermanos llevaban solamente tres años de diferencia, el hermano tenía diecisiete mientras que la hermana catorce.
Aunque ambos se llevaban como aceite y agua, Dalia siempre lograba una unidad entre ambos hermanos, deteniendo así las discusiones problemáticas qué solían causar.
Dentro de unos días sería el cumpleaños número quince de Ingrid, por lo tanto esta aprovecharía al máximo en hacer gastar mucho dinero de su hermano por cualquier cosa que pidiera gracias a que este había perdido una apuesta.Ambos se encontraban en el centro comercial paseando por las diferentes tiendas a petición de la albina la cual quería ir a comprar un nuevo videojuego qué había salido a la venta hace semanas.
—Aún estás muy pequeña para esta clase de juegos mocosa.
Sin embargo el albino, aunque no le molestara gastar en ella, no quería verla crecer tan pronto por lo tanto al ver que una de sus peticiones era un videojuego de clase otome lo palidecio.
El tan solo pensar en cómo su hermana iniciaría una vida romántica en el mundo virtual para aprender y llevarlo a la práctica en la realidad, era como una daga qué atravesaba su pecho.Ignis durante toda su vida no tuvo un interés romántico en el cual enfocarse, más bien era un ermitaño qué pasaba la mayor parte de su tiempo entre las páginas de los libros, junto a su único amigo Rowan, eran el par inseparable de cerebritos.
La belleza de Dalia había sido heredada en ambos hijos, pero Ignis había pulido esa belleza aun más de la que tenia siendo así conocido en la preparatoria como uno de los inalcanzables hombres del cual todas babeaban.—¿Me lo vas a comprar o no? —Preguntó aquella pequeña albina mientras miraba a su hermano quien estaba a un lado suyo, ya habían llegado a la tienda de videojuegos. Desde el cristal se podía ver en exhibición aquel juego que tanto anhelaba la hermana menor.
—Claro que lo comprare... Pero...
—¿Pero?
—Yo lo jugaré primero.
Y así había ingresado dentro aquel albino a comprar el juego mientras que detrás suyo escuchaba quejar a su hermana.
Faltaban ya dos días para el cumpleaños de su hermanita, por lo tanto Ignis la misma tarde de hoy jugaría aquel juego otome dirigido exclusivamente para las adolescentes. Era mediodía, justo había salido de sus clases junto a Rowan mientras partían cada uno a su vivienda, pues como durante toda la tarde iban a tener horas libres, optaron por retirarse temprano e ir a estudiar como era de costumbre, sin embargo Ignis tenía en mente jugar aquel juego que estaba guardado en su habitación.
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❚𝘌𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘢 𝘓𝘢 𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯𝘢❚
FanfictionAquel día, Ignis no se imaginaria qué al comprar un juego otome para su hermana menor, terminaría cautivado por la villana de aquel juego. Por lo tanto en su ardua investigación de como lograr enamorar a aquel personaje malvado, terminaría dentro de...