SEDA | Sukuna x Oc | +18

Sombra

Le indicaron que podía tomar un baño y dos maldiciones esperaron afuera de este.

Parecía más una orden.

Kazuha miró todo el baño con detenimiento , mirando cualquier cosa que pudiera ir mal. Pero no hubo nada, estaba incluso lleno de productos de cuidado.

Todo tipo de jabones, cremas y aceites de lujo estaban atiborrados en una estantería .

Tomó unos al azar y abrió la regadera , si Sukuna pensaba hacer esto entonces ella también pondría atención para ver qué tanto podría saber sobre este lugar.

En el momento que entró a la ducha la puerta una maldición entró tomando su uniforme.

- Lo devolveremos limpio- le dijo antes de salir-

A Kazuha se le crisparon los nervios pero barato de calmarse. Su cuerpo estaba lleno de sangre seca, tierra y plasma de las maldiciones. Su cabello enmarañado .

A sus pies el agua caía de un color desagradable hasta que fue reemplazado por la suave espuma de los jabones.

Tener el cabello largo podía ser un inconveniente al pelear pero había aprendido a medio atarlo cuando tenía una misión .

Suguru solía cepillar su cabello cuando tenía oportunidad y ella el de él.

Pensar en Suguru la hizo pensar en los demás , en su hermano, en sus amigos, en todo. Y se prometió que haría todo por volver.

Antes de que terminara su ducha la puerta se abrió y le dejaron su uniforme una vez más.

Cuando salió , lo miró sobre un buró. Y aunque seguía roto estaba limpio.

Su cuerpo ya no tenía herida alguna , solo se sentía cansado al estarse recuperando del drenado de energía.

Kazuha miró la habitación, era normal. Cualquiera podría pensar que era un lugar de esos que vez en revistas de lujo con decoración contemporánea.

La puerta se abrió de golpe.

- Sukuna- Sama te está esperando para cenar- le dijo Uraume mirándola con ese frío usual en sus ojos lilas- Lleva tu katana, te irás después de la cena.

Replicar no le serviría de nada , así que se puso de pie y caminó tras de él.

Mientras lo seguía en silencio, recordó cada pasillo, cada cuenta que daban, cada espacio por el que pasabas.

- No lo intentes - le dijo Uraume sin verla mientras seguía caminando- Todo a nuestro paso está bajo un conjuro, los pasillos cambian y no es el camino verdadero.

Claro. Un hechizo de ilusión. Bien podría dar vueltas y vueltas y jamás poder volver a la habitación.

Llegan a una puerta grande y Uraume la abre. Lo ve hacer una reverencia hacia enfrente en donde Sukuna está sentado en la cabecera de un comedor.

- Siéntate- le dijo Sukuna-

La voz de Sukuna era como todo él. Profunda como si su poder estuviera también en sus cuerdas vocales .

Kazuha camino y se sentó en la otra cabecera. Sukuna sonrió de lado.

- Dejanos- le indicó a Uraume que con otra reverencia salió del lugar-

Frente a ella hay un plato con pollo, verduras , arroz , un vaso de vino y otro de agua. En medio de la mesa gyozas y pan.

Su estómago ruge y le arde ante los ácidos estomacales al no haber comido nada desde el día anterior.

- Come - le dice/ordena Sukuna mientras él mismo come-

Esta envenenado. No es seguro. Le dice su cabeza mientras los olores de la comida le inundan y la hacen salivar.