Adicción Prohibida -FANFIC RODRYGO

9. Amigos Sexuales

Descansaba tranquilamente en mi casa, hasta que escucho el timbre mi puerta sonar, justo en la siesta, bajo las escaleras para poder abrir.

Sostengo el pomo y abro mi puerta encontrándome con Rodrygo tras ella.

—Hey, pensé que a estas horas tenías entrenamiento —le digo

—Es en unas horas —me dice

—Y que te trae por aquí? —le miro

—En la fiesta te gustaron y quise traerte —me da una pequeña cesta

—Mmmm que bien huele igual que sabe, muchas gracias ahora tendré Brasil en la boca cuando los coma —le digo

—Quieres pasar? —le miro

—Claro, no te he despertado verdad? —me dice el

—Bueno estaba en la siesta pero no importa no te preocupes —rio y dejo que pase

Voy a la cocina y preparo dos cafés para los dos y saco unas galletas para acompañar.

—Los has echo tu? —le pregunto

—Si yo mismo, y te los puse en esta cesta —me dice

—Eres muy lindo muchas gracias —le sonrio

—Oye sobre Lily no le hagas caso —me dice bebiendo de su café

—No te preocupes, entiendo que sea territorial peor creo que no tiene por qué, porque ya no sois nada no? —le miro — Entonces no entiendo porque se molesta si otra mujer te coquetea

—Me estabas coqueteando? —me dice relamiendo sus labios

—Que te hace pensar que no lo sigo haciendo? Y se que es algo que te gusta —acaricio su cuello—solo ahí que ver la manera que tragas saliva casa vez que me ves o estamos cerca—le susurro al oído

—No voy a negar que desde que te conocí, tengo una tensión contigo —me confiesa

—Lo sé solo ahí que ver tu pantalón para ver lo que te provoco —paso mi lengua por su cuello

—Brenda si sigues... No voy a poder resistirme —me dice jadeando

—No te resistas y acelera hasta el final —le susurro al oído

+18

En ese mismo microsegundo nos sostenemos de la nuca a la vez juntando nuestros labios, y dejando paso a nuestras lenguas que jugaban entre sí

Devoro cada partícula de su cuello, como si fuera una vampira en busca de sangre, mientras levantó su camiseta y la arrojó al suelo

Acaricio su abdomen y me coloco ahorcajadas de él en sus piernas, mientras desabrocho su pantalón y consigo sacar su miembro viril.

El casi arranca mi ropa del cuerpo, nuestra desesperación por la carne del otro y por el fuego que desprendiamos era algo increíble, estábamos realmente ardiendo.

Le colocó el preservativo y el entra en mi de manera brusca pero placentera, comienzo a moverme encima de él, para adelante y para detrás, mis caderas bailan a su ritmo entre gemidos.

Sostengo su cadena del cuello y araño su espalda a medida que subimos la intensidad del sexo, el acaricia mi espalda y llega a mis nalgas para apretarlas fuerte en cada embestida.

Llegamos justo al climax a la vez, y dejó mi lengua en su cuello para hacerle un recuerdo, el se dedica a besar mi entrepecho y baja sus besos a mi abdomen perfecto.

—Mejor sexo de mi vida —jadea el

—Seguro que se lo dices a todas—rio poniéndome la ropa

—No no es verdad, oye seguimos siendo amigos verdad? —me pregunta

—Claro, somos amigos que a veces tienen sexo, pero ten cuidado dicen que soy adictiva —muerdo su labio y estiro

—Creo que me vas a volver loco amiga —me pasa la lengua por mi cuello