[The Best Boy] ➳ KaoEarth ©

[Chapter eighteen - Alcohol and Coffee]

[𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕𝒆𝒆𝒏 - 𝑨𝒍𝒄𝒐𝒉𝒐𝒍 𝒂𝒏𝒅 𝑪𝒐𝒇𝒇𝒆𝒆]

Tan pronto como entraron en la cabaña se abalanzaron sobre los labios del otro. Kao empujó a Earth contra la pared inmovilizándolo con sus caderas, que a su vez enredó el cabello azabache en sus dedos tirando del mismo para tenerlo más cerca. Sus lenguas se unen en una erótica danza llena de gemidos, jadeos y mordidas. Noppakao levanta la mano y toma su mandíbula para besarlo con mayor ímpetu, sin querer separarse de esos deliciosos y provocativos labios. Sus erecciones se acarician por encima de la ropa mostrando el deseo ardiente naciente en su interior.

— Sabes a café y alcohol. — Murmura Kao, con la respiración descontrolada.

— Tú también.

— Me siento ligeramente mareado. — Se toca la cabeza, frunciendo el ceño.

— Sí, definitivamente yo también. — Baja la vista a un lado, donde el suelo se mueve debajo de sus pies.

Sus ojos se encuentran nuevamente, y a pesar de estar mareados comparten una risa cómplice al sentirse drogados. Quizá era obra de los Toblerone. Aunque Kao solo había bebido la mitad uno... Da igual.

Cuando la risa desapareció, Kao se inclinó sobre Earth besándolo de nuevo. Esta vez el beso es firme y lento para darle oportunidad de desabrochar el pequeño top y dejarlo caer al suelo. Nuevamente lo aprieta contra su cuerpo, agarrando su trasero entre sus manos para hacer que le rodeara las caderas y conducirlo hasta la cama donde deja caer sus cuerpos.

— Me siento tan malditamente caliente solo de verte. — Desliza los labios por su mandíbula y cuello hasta detenerse en su pezón derecho, tirando de él con sus labios y acariciando la superficie con la lengua hasta que se alza en su dirección para hacer lo mismo con el otro. Earth gime en medio de un pequeño espasmo —. Me encantan.

Continúa su camino descendiendo hasta el cierre de la falda, deslizándola al mismo tiempo que pasa la lengua por sus piernas, dejando besos húmedos. Y finalmente se deshace de las sandalias rosadas para alejarse y admirar el pequeño cuerpo que jadeaba de puro deseo.

— Muero por volver a follarte, amor.

Esas palabras le cortaron la respiración y gemir con anticipación. Tan solo unas horas antes había estado lleno hasta el borde de esa dura circunferencia, y deseaba tanto volver a sentirlo. Sentir como le abría, como le jodía hasta que le faltara la respiración, que rogara por más, que las sensaciones le hicieran perder la razón.

Kao sonríe al notar su desesperación y se inclina sobre sus muslos, besando la parte interna, dejando mordidas ligeras. Lo sentía cerca de su sexo, tan cerca que percibía su aliento caliente por encima de la ropa interior.

— Kao... — Gimotea abriendo más las piernas, dándole una vista erótica y provocativa.

— Estás duro, cielo. — Con la yema del dedo acaricia su falo sobre la tela, y sin perder tiempo tira de esta para lanzarla lejos y dejar a la vista aquella circunferencia, tomándola al instante entre sus labios. Cierra los ojos con satisfacción, conteniendo la respiración.