CARTA #23: SINIESTRO.

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Ayer nuevamente recibi una llamada de Isabella y corri, literalmente hasta su mansion...

Alli estabamos sentados sobre el sofa gris, en cuanto el timbre sono...

Me escondi detras de la gran puerta marron y espere a que ella abriera. Eres una maldita mentirosa asesina. Vas a ir presa! Dijo el hombre, el cual venia acompañado por una mujer, ella era su esposa. El, era Jorge el padre de Alonso.

Isabella solo sonrio -No, estan muy equivocados. Ustedes, cometieron un gran error. Ahora van a pagar! Pagaran por eso!

Ella me dio la señal e hice mi entrada triunfal... los dormi con un pañuelo de seda el cual estaba lleno de una especie de sustancia, no recuerdo el nombre en estos momentos. Isabella dijo que despues me lo daria en un papel...

El viejo estaba un poco pesado, pero logramos subirlos a la camioneta y llevarlos al almacen. Alli comenzo el juego'

Fue algo totalmente siniestro.

Cuando despertaron, sus bocas estaban selladas, se las habiamos. Cosido con nylon... sus gritos estaban ahogados dentro de ellos mismos...

Que pasa? Porque no hablan? Dice Isabella y rie a carcajadas...

Admiro a esta mujer, admiro su fuerza, su inteligencia... Aun me falta mucho por ser como ella, jamas nadie sospechara... nunca nadie creera que ella es capaz de hacer ningun mal. Cuando en realidad el mal es ella...

Amigo, ella tiene motivos, las circunstancias de la vida la convirtieron en esto! Y sabes? Es maravilloso, el ver como ha transformado todo ese dolor en odio y lo ha llevado a este pasatiempo tan siniestro...

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez latigazos... Exactamente diez latigazos con aquella arma de clavos recibieron cada uno de los padres de Alonso, antes de abrirles el estomago y quemarlos...



Alejandro: El diario de un asesino. #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora