❝ El sacrificio nunca es fácil,
de lo contrario no sería
un verdadero sacrificio. ❞
▁▁▁▁▁▁spoilers▁▁▁▁▁▁
Rhaenyra Targaryen murió entre fuego y sangre a manos de su mayor enemigo durante la Danza de los Drago...
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AÑO 122 DESPUÉS DE LA CONQUISTA DESEMBARCO DEL REY
A la escaza luz posterior al amanecer, los muros desprendían un brillo pálido dándole a la estancia en la que rompían el ayuno una calidez hogareña que tanto a ella, como a Laena y a los niños, parecía contagiarlos de dicha.
Rhaenyra siempre comparte la mesa con sus hijos, es parte de una rutina diaria que mantienen; deben verse al menos en una de las tres comidas del día, siendo la cena la preferida de los tres. En su mayoría eran acompañados por Laenor, en ciertas ocasiones especiales por el rey, y de antaño, Harwin también llegó a compartir la mesa con ellos cuando no había ojos indiscretos viendo. Dado que acostumbró ser la única mujer en una mesa compartida únicamente por hombres, la adición de Laena y las niñas durante la mañana ha sumido a Rhaenyra en una tranquilidad y alegría amena que le permitió calma al inició del día.
Había mucho por hacer, tantas cosas por cambiar, pero nadie puede culparla por quedarse a disfrutar los pastelillos de miel con moras mientras escucha a Laena contar las aventuras que compartió con Daemon durante sus travesía por Essos, antes del nacimiento de Baela y Rhaena.
—El río Rhoyne no tiene nada que envidiarle al Tridente, Daemon y yo tardamos días en completar el recorrido, por suerte, en cada lugar en el que nos deteníamos éramos bien recibidos, ¡todos querían ver a los dragones! —relató Laena, sonriente y contenta—. Aunque he de decir, que Vhagar fue el espectáculo principal, todos quedaban con la boca abierta al ver su tamaño.
—¿No quisieron a Caraxes, madre? —preguntó Baela, ceño fruncido y tenedor en mano.
—Creo más bien que Caraxes no los quería a ellos, cariño.
Nadie pone en duda eso, bien conocido es el temperamento que Daemon y Caraxes comparten.
—Madre —la llamó Luke—, ¿podemos visitar Essos? Sería genial.
Bien podría querer decirle que sí. Essos es de los continentes más cercanos, cruzan el Mar Angosto y listo, pero entre sus planes no está abandonar Poniente, menos aun la capital. No mientras la corte estuviera conformada por carroñeros que se deleitarán con los huesos viejos y enfermos del rey tan pronto ella les dé la espalda.
