La función no estuvo tan mal, aunque casi no hayan habido almas presentes, solo algunas filas. Es que así es la vida del cirquero, a veces bien, a veces mal, a veces como la mierda, pero eso era algo que yo no podía controlar. Al final de cuentas, yo ya estaba acostumbrado a lidiar con la hambruna y la adversidad. Mi mente volvió a perderse en los recuerdos mientras me quitaba el maquillaje.
Recuerdo cuando escape del orfanato, lo hice por la tubería de residuos fecales que salía de los baños y los patios del lugar, llevaba meses planeandolo y escarbando con mis propias manos el pequeño agujero donde logre introducirme y escapar.
Estuve vagando solo y sucio por Londres, trataba de cubrirme el rostro para que nadie se percatara de mi aspecto. Dormí en la calle y me alimentaba de desperdicios, también de comida podrida. Conocí a un anciano vagabundo que dormía bajo el mismo puente que yo, recuerdo que las ratas nos pasaban por encima y ya ni siquiera las sentíamos, fue una de las pocas personas que no se horrorizó por la horrible cicatriz.
—¿Que te ocurrió, hijo? ¿En el rostro?
—Fue mi padre... El no era un buen hombre, lo hice enojar y me hizo esta asquerosidad.
—Espero que el perro malparido haya muerto.
—Yo también lo espero, si no lo haré yo mismo. —Recalqué.
El viejo sonrió, creyó que estaba bromeando pero en el Fondo estaba conciente de lo que un alma herida, oscura y sin nada que perder en este mundo podría hacer. Estoy seguro de que aquel anciano también había hecho cosas terribles en su vida o había sufrido algo parecido a lo que yo sufría.
Y sucedió, sucedió lo que tanto anhele con toda el alma y que hasta el momento solo había ocurrido en mi imaginación, conforme el tiempo transcurrió regrese a casa pues conocía muy bien el camino. Me entere que por fin esa prostituta había muerto, la sífilis la había enloquecido y había terminado en un manicomio, tuvo una muerte lenta y dolorosa y eso me lleno de satisfacción.
No fue difícil entrar de nuevo a esa casa, nada había cambiado, seguía estando muy sucia y llena de hollín, los mismos muebles viejos y el mismo mal olor. Ahí se encontraba el, durmiendo, ebrio como siempre y emitiendo un fuerte y desagradable ronquido. Me dirigí al baño y ahí continuaba aquella navaja con la que me había hecho esta eterna sonrisa.
La tome sin dudarlo y volví hacia donde el se encontraba, yo sabía muy bien que cuando este obeso dormía ni siquiera una manada entera de elefantes lo despertaría. Así que casi por inercia y sin dudarlo le corte la garganta de lado a lado de un solo Tajo, el hombre despertó de inmediato.
Se llevó las manos al cuello intentando detener aquel tórrido sanguinario, pero fue inevitable pues la sangre brotaba a borbotones bañandolo por completo. Yo salí huyendo de ahí con la navaja en la mano, hui tan rápido como me dieron las piernas y sin mirar atrás. Al fin y al cabo casi nadie se paraba por ese callejón, nadie sospecharia de mí, a mí desde hace tiempo me daban por muerto, así que trate de olvidar todo aquello y continuar.
Trabaje en las fábricas de sombreros donde aceptaban niños de mi edad, trabajábamos en las peores condiciones, se sabía que muchos habían muerto o habían enloquecido por los vapores del mercurio y todo eso por una paga miserable. Ahí nunca me llamaron por mi nombre, siempre me decían fenómeno o monstruo, me abofeteaban cuando algo no me salía bien o cuando no podía con la carga de trabajo, muchas veces caí desmayado.
Al menos en aquellas ocasiones tenía dinero para pagar un cuarto donde quedarme a dormir, igual de infrahumano y con cucarachas pero por lo menos ya no estaba durmiendo en las calles con el frío y la lluvia.
—Lárgate, fenómeno, no sirves para trabajar en esta fábrica. Deberías estar en un circo de fenómenos.
Fue lo último que escuche cuando me echaron de la fábrica de sombreros y como ya no podía seguir pagando el cuarto también me echaron de nuevo a la calle, de nuevo a padecer hambre, de nuevo con la misma ropa vieja y apenas con zapatos.
Ya llevaba una semana sin comer nada y ya no tenía monedas, tenía que competir con las ratas por un poco de comida en los basureros. Fue cuando decidí robar una sola manzana de aquel puesto en la plaza, se veían tan apetitosas así que solo la tome y me la lleve a la boca. El dueño me descubrió y me abofeteó el rostro con todas sus fuerzas, arrojandome al suelo en un charco de lodo.
—Como te atreves, maldito monstruo! ¡Lárgate, asqueroso ladrón! —Me pateó la espalda y me escupió.
Se alejo con todo y su puesto de manzanas, entonces escuche su voz por primera vez.
—Pobrecito chico, ¿te descubrieron, verdad? ¿Hace cuanto tiempo que no comes?
Levante la mirada, era el, llevaba un traje morado muy raro para ser de caballero tradicional, era un poco regordete y lucia un bigote delgado y alargado como si fueran espirales. Llevaba un sombrero de copa del mismo tono morado y me miraba con esa sonrisa estúpida con la que aún continua mirándome. Era Kwan, el dueño del circo.
—Oh, pero que cicatriz tan horrible, pareces todo un monstruo... ¿Eres huérfano?
—Si, señor... —Respondía mientras terminaba de incorporarme y me sacudía el lodo.
—Y me imagino que tampoco tienes un techo donde dormir, ¿o si?
—No, Sr, duermo en la calle.
—¿Cual es tu nombre, niño?
—Lee Donghae...
—¿Te gustaría trabajar en un circo?
—Si, yo puedo trabajar en lo que sea, solo deme alimento y un techo y yo haré lo que usted me pida, bueno... Solo no me toque ni me pida que hagamos cosas sucias y malas, por favor...
El hombre sintió lastima al escuchar que yo había sido abusado.
—No, yo jamás lo haría, pero si trabajaras muy duro ¿que te parece?
—Si Sr, lo que usted ordené.
Me tomó del rostro y miro mi deforme rostro.
—Pero con esta cara solo asustaras a la gente, pero te vendría bien si te maquillas de payaso. Si, serás un payaso y te llamaras Carialegre. —Me nombró con una risa burlona y algo cruel. —Carialegre, el payaso triste.
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Holaa gente, como están? Bueno, aquí les traigo el capítulo 2, ¿me pueden sugerir algo? ¿Quieren un romance EunHae o una historia no-romántica? Algo así como: "No me toques, fenómeno" o quieren un romance bonito como siempre?? 🤨🤨
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sᴀᴅ sᴍɪʟᴇ | ᴇᴜɴʜᴀᴇ
FanfictionEn donde Donghae es un payaso de circo de la época victoriana, que vive atormentado por su horrible pasado y por una profunda cicatriz que le deforma el rostro, en forma de una macabra y desagradable sonrisa. Donghae se esconde detrás del disfraz de...