【𝕱𝖎𝖓𝖆𝖑 𝖆𝖇𝖎𝖊𝖗𝖙𝖔】 B̶a̶d̶ N̶i̶g̶h̶t̶m̶a̶r̶e̶

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Desperté demasiado sobresaltado y con el corazón agitado, mire a mi lado y él permanecía dormido en un profundo sueño. Tarde unos momentos en volver a la realidad, él estaba bien, sano y salvó, sólo descansaba. Todo había sido una horrible pesadilla, una muy inquietante y muy angustiante. Volvi a recostarme a su lado y lo abrace fuertemente, pero estaba demasiado frío, casi helado. Así que lo abrigue y lo arrope para que entrara en calor.

-¿Sabes, Hyukjae? Tuve una terrible pesadilla... Por favor, por más que quieras, no salgas al anochecer... Los demonios rondan en la oscuridad, quédate a dormir aquí, ¿si, mi amor? ¿Amor? ¿Hyukjar? ¿Me escuchas?

Tome su rostro para despertarlo, pero sus ojos permanecían entreabiertos, sin brillo y con la mirada vacia, ya no tenían ese brillo que deslumbraba. Entonces, mi mente volvió a recordarlo todo, no había sido un sueño, él estaba muerto. Volví a tomarlo entre mis brazos y lo arrulle, como si arrullara a un bebé recién nacido.

Volví a escuchar las súplicas de su hermana y de otros miembros del circo para que les entregará el cuerpo. Pero mi cerebro volvía a perderse de la realidad y lo volvía a mirar, con color en las mejillas y mirándome dulcemente como siempre lo hacía, nuevamente volvía a acariciar mi deforme rostro y me llamaba por mi nombre, de manera cariñosa. Yo volvía a decirle cuanto lo amaba y que me llenaba la vida de alegría, que volviera a mí de nuevo.

-Ya guarden silencio... Él intenta dormir... Tuvo una mala noche, esta cansado... Déjennos tranquilos...

-Donghae, por el amor de Dios, debes darnos el cadáver, necesita ser sepultado. -Suplicaba Minho. -Ten piedad de su pobre hermana, ella está enormemente angustiada por ti y por él.

-¡No grites! Callate... Vas a despertarlo, ya déjanos solos... Te lo suplico...

-¿Por qué lo hiciste, Donghae? ¿Que mal te hizo él? Él sólo fue amable contigo y mira lo que le hiciste...

Yo no escuchaba nada de lo que me decía, yo tan sólo continuaba meciendolo como a un niño.

Siwon permanecía demasiado tranquilo, sabía que todos me culparian a mí, ellos creían que yo había sido el último en verlo. Nadie iba a desconfiar del carismático hombre fuerte. El único que podía ser el culpable era el monstruo deforme.

Entre Minho y Siwon, hablaban de aquel asunto.

-No dudó para nada que él tuvo algo que ver también con la desaparición de Kwan.

-Te lo dije, Minho, ese hombre es un monstruo. Deberías traer a la policía y que se lo lleven de una buena vez.

-Tal vez tengas razón, él debe pagar por lo que hizo y ser castigado.

Minho se puso en marcha, mientras Siwon sonreía satisfecho.

Yo continuaba en mi soledad, con el amor de mi vida entre mis brazos. Escuche que alguien me llamaba, escuchaba aquel eco demasiado lejano, pero después se hacía cada vez más fuerte y provocaba que saliera de mis alucinaciones.

-¡Donghae! ¡Donghae! Te lo pido por piedad, te lo ruego, dejame llevarme a Hyukjae, él merece tener cristiana sepultura y que su cuerpo descanse. Escuchame, Donghae, te lo ruego.

Sora se acercó lentamente hasta mí y tomo mi mano.

-Yo se muy bien que tú no lo hiciste, tú no serias capaz de haberlo lastimado... Yo se que fue Siwon, lo se, yo lo ví con las prendas llenas de sangre y ocultándose, y ahora está muy tranquilo y esta haciendo de todo sólo para que te culpen a ti. No lo permitas, no permitas que ese asqueroso se salga con la suya. Donghae, por favor, venga a mi hermano. Si tanto lo amaste, no dejes que su asesino se libere de la justicia.

Esas palabras eran las que necesitaba para salir de mi trance, para volver a la realidad y llenarme de rabia y odio en el corazón. Los ojos se me nublaron y sentí la inminente necesidad de poder hacer justicia, me llene de sed de venganza. Poco a poco, deposite el cuerpo de mi amado fallecido y mire a su hermana.

-Tu hermano será vengado, te lo juro. Y tú y yo nos iremos lejos de este maldito lugar.

Abandone mi escondite y lleno de furia, me dirigí hasta donde Siwon. Recuerdo haber tomado lo primero que encontre a la mano, que si no mal recuerdo, era una especie de trozo de madera con la que se atrancaban las puertas. Tal vez había pertenecido al remolque del gordo ebrio.

Lo encontre sentado a puertas de su lujoso remolque, con mucho tranquilidad y satisfacción en el rosolo. Cuando me miro, sólo me dirigió una mirada bufona y burlona, que me hizo encender la sangre.

-Ahora si te quedaste completamente solo, maldito monstruo, eres un asesino, eso es lo que eres, una mierda. Ya decía yo que tarde o temprano ibas a lastimar a Hyukjae, contigo corría un gran peligro porque no sólo eres horripilante, sino que también estas totalmente desquiciado y loco. Asesino, eres un asesino, pero Minho ya fue a buscar a la policía y pronto nos vamos a desha...

Ni siquiera lo deje terminar cuando lo golpee con todas mis fuerzas en el rostro con ese pesado trozo de madera. Fue un golpe tan contuso y tan fuerte que de inmediato cayó muerto las piso, con la mandíbula torcida y rota. Deje caer la madera y lo mire muerto por algunos momentos, levante los fósforos que habían caído a su costado y con los que encendía sus cigarrillos. Le prendí fuego al remolque, vacíe todo el aceite de sus lámparas y encendi fuego a todo en el lugar.

Mientras todo aquello se consumía en llamas, regrese a mi remolque, dejando atrás todo ese desastre. Tome de la mano a la hermana de Hyukjae y partimos, junto al cuerpo de Hyuk. Dejamos todo atrás, sin importar nada.

Todos los del circo salieron alarmados por lo que sucedía y corrían acarreando agua para sofocar las llamas. Entre toda la confusión, no se percataron de que nosotros habíamos huido. Pronto, las flamas alcanzaron otros remolques y llegaron hasta la carpa del circo. Todos huían despavoridos y continuaban luchando para poder apagar el colosal incendio, pero era inútil.

Cuando Minho estuvo de vuelta junto con los policías, se alarmaron de ver el tamaño de ese incendio. La policía se apresuró en busca de unos bomberos. Minho se percató de que Siwon no se encontraba cerca de allí y le preguntó a todo el mundo por él. Le dijeron que el pobre nunca había salido de su remolque y que tal vez ya estaba muerto.

Minho desespero e intento ingresar al remolque del mayor para intentar salvarlo, pero los demás artistas lo detenían.

-¡Siwon! ¡Siwon, hermanito!

Para entonces, nosotros ya estábamos muy lejos de ellos.

Minho sólo miraba con tristeza y sobre sus rodillas como se perdia su circo, todo por lo que había trabajado toda su vida se consumía lentamente por las llamas. Lo que más le dolía, era ver como se apagaba la vida del único hermano que le quedaba.


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¿Los ilusione al principio? JAKSJA, lo siento mucho, esa no era la intención. 😿 También les pido una disculpa por no actualizar en estos días.

sᴀᴅ sᴍɪʟᴇ | ᴇᴜɴʜᴀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora