Un sueño mágico

Una pesadilla

Anoche tuve una pesadilla. Todo tenía un aspecto sombrío, no se escuchaba nada y mi voz estaba silenciada. Estaba asustado y con mucho miedo. A lo lejos se veía una luz tenue de un color azulado. Comencé a correr hacia ella y de repente, antes de que llegara, me desperté alterado.

Tras la pesadilla no volví a dormir. Estuve más de la mitad de la noche pensando en ella, pero no entendí porqué. Todas las pesadillas que he tenido siempre acabo olvidándolas, pero esta, esta no la olvidé. Aún sigue en mi cabeza, pero no le doy tantas vueltas.

Me llamo Aarón y al igual que como los demás niños, tengo una vida llena de rutinas y de tareas. Tengo dos hermanos: Alan, el más mayor y Sofía, la más pequeña. Cuando nací, mis padres y mi hermano mayor, nos mudamos a las afueras de la ciudad, según ellos, porqué decían que estaríamos más tranquilos.

Mis padres son arquitectos, dos apasionados por construir y remodelar. Trabajan juntos en la ciudad, aun que tengamos la casa en las afueras. Nuestra casa la construyeron ellos y le dieron nuestro pizca familiar.

Nuestra casa es bastante amplia, tiene dos pisos. En el primer piso está la cocina, el salón y el comedor. En el segundo están todas nuestras habitaciones. Mis padres duermen juntos, mi hermano solo y yo con mi hermana. Aunque me dé dolores de cabeza con sus berrinches.

También tenemos tres animales: un gato y dos perros. Son de mi hermano pero, como aun no se ha independizado, están por toda la casa. A mi hermana pequeña, Sofía, le encanta dibujar. Nos está dibujando todo el rato, no dibuja muy bien pero siempre le decimos lo que quiere escuchar. Aun que lo hagamos mal.

Y bueno, no tengo mucho tengo que contar. Soy un niño bastante tranquilo y apasionado por los libros de Magia. Cuándo hay un evento o algo relacionado con la magia no dudo en ir. También me apasiona recolectar gomas. Según mi padre, un hobby algo extraño.