Beth
Vale. Estaba más nerviosas de lo que admitiría nunca. Pero por muy bien que me saliera el examen, no sabía si me daría la nota para entrar en arquitectura. Sí, siempre había sido mi sueño desde que era pequeña, me fascinaba jugar con los Lego y dibujar casas y todo tipo de edificios.
— ¿Estás nerviosa peque?— sí, estaba absurdamente nerviosa y dudaba que mi padre no se hubiera dado cuenta de ello, pero no pensaba admitirlo en voz alta así que me limité a negar con la cabeza.
— No, el examen me salió genial, seguro que entro— eso había sido más para convencerme a mi misma que a ellos. Mi pierna subía y bajaba frenéticamente mientras refrescaba la página web de la universidad una y otra vez.
—Todavía no son las doce hermanita, por más que le des al botón no vas a conseguir nada— Luke me sujetó la mano irritado y se ganó una mirada asesina de mi parte, él sonrió y me suelta.
Miré el reloj del portátil. Las 23:59. Noté como mi pulso se aceleró, aguardando a que el numero cambiase.
00:00.
...
Holaaaa , ¿hay alguien ahí?
La pequeña mano de Chris se deslizó por el teclado y le dio a refrescar. Si antes estaba paralizada, ahora era una estatua. En la pantalla se vio un número, que no era capaz de ver, los nervios me habían nublado la vista. Sentí que alguien me movía con entusiasmo y escuché gritos y felicitaciones. Cuando volví a la realidad enfoqué la vista y por fin leí el número.
13,456.
Dios mío. No me lo podía creer. Había sacado una nota que estaba muy por encima de la nota de corte de arquitectura. Lo había hecho. ¡YO SOLA!
Abracé a toda mi familia, todos estaban muy orgullosos, incluso Ratatouille; mi perro, parece entusiasmado, es un Husky y normalmente pasaba bastante de todos, aunque era muy cariñoso.
En cuanto terminamos de cenar, subí las escaleras corriendo a mi habitación, la del fondo del pasillo, me encerré y llamé a mi mejor amiga Lia. Lo cogió al tercer pitido.
— ¡Hola Betty ha...
— ¡ESTOY DENTRO! ¡He sacado un 13,456!— la pobre Lia tardó unos segundos en reaccionar.
—¡Te dije que lo conseguirías! Nunca dude de ti, estoy muy orgullosa— Lia era de esas personas que no importaba lo que hubieras hecho que ella siempre te hacía sentir bien, nunca te juzgaba, pero si había algo que no estuvieras haciendo bien te lo decía. Siempre había sido un gran apoyo para mi. Era una lástima que se mudara a la ciudad de al lado, sus padres no encontraban trabajo aquí y se tuvieron que mudar, al menos, no estaba tan lejos como para que no pudiéramos vernos todos los fin de semanas.
—Gracias, ¿y tú que tal? te da la nota para entrar en literatura?— siempre había querido ser escritora, y no se le daba nada mal, a ella le gustaba escribir y a mi me gustaba leer, digamos que nos compaginábamos bien.
—¡SI! He entrado por los pelos pero sí, y... ¿a que no sabes donde voy a estudiar?— empecé a sentir una sensación de calidez en el pecho, pero no quería hacerme ilusiones— ¿Y bien?¿Alguna idea?
— Dime que vas a volver a Bringston— me hubiera gustado no sonar tan ilusionada pero no era ningún misterio que las dos estábamos ansiosas por volver a vernos cada día.
— Y Betty vuelve a dar en el clavo una vez más— empezó a vitorear como si fuera el público emocionado en un estadio y no me quedó otra que echarme a reír. Estaba realmente contenta de que Lia volviese, la había echado mucho de menos y sabía que ella también— Y bueno dime ¿Sabes algo de Rey? Si mal no recuerdo de pequeño también le encantaba diseñar edificios— y adiós a mi buen humor, y dale con el idiota. Parecía que Luke y Lia se habían aliado para meterse con el odio que le tenía a Rey.
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Polos opuestos
Teen FictionBeth y Rey se han criado juntos, siempre han sido inseparables. En sexto dejan de hablarse y tras muchos años teniendo el mínimo contacto posible, se encuentran en la universidad. Beth no soporta a Rey y hará todo lo posible para mantenerse alejada...