VI

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•••

Se encontraba el Raimon entrenando en el campo del instituto días después de a ver derrotado al instituto Otaku.

—¡Timmy!—grita Steve pasando el balón.

—¡Ahora pásale a Nathan, que está en la banda!—ordena Mark.

—¡Jo, Nathan, que corres demasiado deprisa!—se queja Tod.

Axel y Willy están bebiendo agua en el banquillo, descansando.

—¡Detenle, Bobby!—ordena Mark.

—¡A la orden!—responde Bobby.

Bobby logra robarle el balón a Nathan.

—¡Bien, así se hace Bobby!—anima Mark.

—Bobby es bastante bueno, ¿eh?—comenta Celia mientras graba el entrenamiento.

—¡Sí!—responde Silvia apuntando todo el entrenamiento.

—¡Muy lentos! ¡Hay que aumentar más la velocidad!—grita Mark.

—¡Pero si yo ya no puedo correr más!

•••

Ya era de tarde, el equipo del Raimon había terminado con su entrenamiento y algunos se fueron juntos para casa, pasando por un restaurante de fideos.

—Ay, qué hambre tengo...—comenta Mark.—Chicos, ¿nos vamos a tomar algo al restaurante?

—¡Estupendo!—responde Jack.

—Ah, me muero de hambre.—responde Kevin.

—¡Me voy a pedir un arroz frito!—responde Steve.

—¡Yo, unos fideos con cerdo!—responde Timmy.

En ese momento Bobby recibe una llamada, al ver de quien es la llamada se sorprende.

—¿Eh? Lo siento, chicos, tengo que volver a casa.—responde penado Bobby.

—Ah, está bien, Bobby, hasta mañana.—se despide Mark entrando en el restaurante.

—Hasta mañana.

Bobby entra en un callejón para atender la llamada.

—Sí... ¿Cómo? ¿Los datos de las habilidades individuales? Las que han conseguido en el Campo de Entrenamiento Centella... Sí. Contad con ello.—corto la llamada.

Al salir del callejón paso por una tienda de Fútbol y se quedo mirando un balón que estaba en el escaparate, recordó todo lo que le paso desde que entro al equipo del Raimon. Cuando iba pasando un paso de peatones, como iba distraído no se dio cuenta de que venia un camión.

—¡Cuidado!

Por suerte el camión paro antes de chocarse con Bobby.

—¡Cuidado!—grita el conductor.—¡A ver si miras por dónde vas!

El camión se fue y en ese instante Silvia se acerca corriendo preocupada por Bobby.

—¡Bobby!

—¡Eh! ¡Ah, hola!

—¿Estás bien? Pareces estar en otro mundo...

—Ah, sí, claro. Es que estaba pensando en mis cosas y...

—Vale, piensa en tus cosas, pero procura animarte, no querrás que Erik se enfade contigo, ¿verdad?

—¡Ah!

Fue el único que me quiso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora