❝─BeomGyu ya era un Omega mayor de edad, pero, ¡Sus dos mejores amigos alfas seguían tratandolo como un niño!─❞
#2 En Intentodecomedia 21/11/23
Publicado: 11/11/23
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BeomGyu era totalmente consciente de que el simple hecho de haber crecido rodeado de alfas era un mundo bastante complicado en el cual ser Omega se le haría aún más difícil, ¡Y más tomando en cuenta que sus dos mejores amigos habían resultado ser un par de alfas dominantes que simplemente no les importaba en lo más mínimo respetarlo!, ¡Y menos cuando de privacidad se trataba!, talvez había llegado a ser del todo su culpa haberles permitido tener la más entera libertad consigo, de saber cada uno de sus más profundos secretos e incluso mostrarle muchas de las cosas que únicamente le ocultaba a sus padres, por qué BeomGyu le tenía demasiada confianza a ellos dos, por lo que generalmente nunca le había encontrado el más mínimo problema en hacer esa clase de cosas, ¡Pero jamás se llegó a imaginar que de alguna manera estos se sintieran con el más entero poder de ingresar en su vida privada como se les diera la gana únicamente por qué el era un Omega y ellos dos alfas!, ¡Eso era totalmente injusto e incluso se podía considerar que era totalmente antinatural!, a sus mejores amigos muy poco les había llegado a importar el simple hecho de que se había presentado como un Omega sumiso, debido a que su trato hacia el no había llegado a cambiar en lo más mínimo, siguiendo siendo un par de amigos muy rudos con el, quienes solian también tener juegos sumamente bruscos con el e incluso muchas cosas de las cuales el ya se había llegado a acostumbrar en su totalidad, pero que aún así le parecía verdaderamente pesadas, tomando en cuenta en la clase de condiciones físicas y emocionales en las que se encontraba después de su presentación como Omega sumiso.
Siendo su jerarquía, el detalle más pequeño e insignificante para sus mejores amigos, quienes solamente veían en el un hombre con el cual podían jugar de la manera que a ellos más les gustaba sin importarles en lo más mínimo, que el fuese simplemente un pequeño Omega incapaz de poder corresponderle alguna clase de sus juegos, aunque en su mayoría de veces si podía, otras veces simplemente sentían que abusaban de su alta vulnerabilidad para poder salirse con las suyas, claramente como estaba ocurriendo en aquellos momentos, en dónde BeomGyu luchaba de gran manera para poder obtener de vuelta su teléfono, el cual fue arrebatado por YeonJun, y poco después siendo TaeHyun, su otro mejor amigo quien se había añadido al pequeño y muy pesado juego, pasándolo entre si, abusando Totalmente de la baja estatura de BeomGyu para poder jugar un poco.
── ¡maldita sea!, ¡Ya devuelvanme mi puto teléfono!, ¡Ustedes no tienen el más mínimo derecho de intervenir en mi vida privada!, ¡Y si no se me da la más mínima gana de decirle lo que estoy haciendo en el teléfono!, ¡Ustedes tienen que respetarlo!, ¡Ustedes ya no son un par de niños maldita sea! ── BeomGyu exclamó encontrandose bastante molesto debido que detestaba de ir de un extremo a otro tratando de obtener su teléfono, se dirigió hacia YeonJun quien lo tenía tratando de revisarlo, pero lo alzó de tal manera en la que BeomGyu se había quedado dando pequeños saltos para poder atraparlo, más Aquella enorme asaña de su parte no se le había hecho del todo posible debido a que YeonJun lo lazo a TaeHyun, quien rápidamente trato de averiguar en el teléfono, ambos eran tan parecidos en aquellos aspectos que BeomGyu se lamentaba constantemente en haberse hecho amigo de ambos, después de todo, eran unos alfas dominantes con juegos bastante pesados, también tomando en cuenta que su nivel de protección era sumamente innecesario y mas cuando el de alguna manera no era de su más mínima responsabilidad, el podía cuidarse solo y tomar sus propias decisiones, pero claro, era otras de las cosas que sus mejores amigos jamás llegaría a entender de alguna manera ── ¡Ya dejen de jugar de esta manera y denme el teléfono de vuelta!, ¡O les juro que no vendré a visitarlos nunca más y les dejaré de hablar!.
Los alfas se miraron entre si mucho antes de sonreírse de manera burla y empezar a correr escaleras arriba, dejando al pobre omegita tras de ellos, no siendo lo suficientemente rápido para poder alcanzarlos y quitarles su teléfono celular.
En aquellos momentos, se arrepentía de haber abierto ese chat frente a sus mejores amigos
