Prólogo

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Viernes 12 de noviembre del año 1994

Hospital Central Maternidad Omegas

2:55 AM

Sala de parto

los desgarradores gritos resonaban dentro de toda aquella sala de parto de aquel conocido Hospital de la Ciudad estrella oriental aquella noche, la mujer gritaba desesperadamente mientras su esposo esperaba fuera de aquella sala, desesperado por entrar a consolar a su omega quien necesitaba de él.

— Vamos señora respire, solo un poco más—, decía una de las enfermeras de sala

— 10 centímetros de dilatación doctor Jang—, Decía otra de las enfermeras en la sala

— ya estamos listos para recibir al bebé—, Dijo el doctor Jang acomodándose su guantes para luego ir a las piernas de aquella adolorida mujer.

Los minutos iban pasando, y aquellos gritos desesperados no cesaban, mientras el doctor decía que debía pujar más

— Vamos señora, ya puedo ver la cabeza—, Finalizado aquella observación, la mujer con las pocas fuerzas que le quedaban, mientras agarraba con fuerza la mano de una de las enfermeras, pujó una última vez; el primer llanto de la criatura resonó en la sala 

— Felicidades a tenido un hermoso Omega varón—, Dijo el doctor entregándole el bebé a la enfermera para que esta lo limpiaste, mientras que el se dispuso a revisar los signos vitales, y la presión de aquella mujer Omega, una vez vio que todo estaba bien, dejó pasar a su esposo que esperaba dando vueltas de un lado para el otro.

— señor su bebé ya a nacido, puede pasar—, Dijo la enfermera dándole paso al hombre, quien inmediatamente se dirigió con su Omega.

— ¿Dónde está mi bebé?—, Dijo con sus sentidos activados la mujer

- lo traerán en un momento amor. Dijo el hombre acariciando sus cabellos, ambos habían estado esperando la llegada de su pequeño retoño con ansias.

Los llantos del bebé volvieron a escucharse, ya que la enfermera lo traía ya bañado y envuelto en una toalla blanca.

— aquí tiene señora—, Dijo la mujer entregando entre sus brazos al pequeño retoño quien había dejado de llorar al instante que estuvo en los brazos de la Omega y claro que identificó el aroma a flores de cerezos de su madre.

— ¿Cómo lo llamarán?—, Preguntó la mujer luego de haber obtenido la identificación de los padres

— Namjoon su nombre será Kim Namjoon—, Dijo para luego dirigir su vista a su bebé que en ese instante abrió sus ojitos dejando ver aquel color extraño de ojos

— ¡¿Sus sus ojos son?!—, Exclamó la enfermera que le había colocado la intravenosa

— ¡Nunca había visto un color igual!—, Exclamó la otra enfermera que anotó el nombre

 —llama a el doctor Jang—, Dijo y la otra enfermera salió en busca del mencionado

Mientras que la madre de Namjoon se quedaba perdida, en aquellos ojos de color característico, y extraño, el bebé la miraba con atención y seriedad, mientras ella se perdía en aquellos ojos, su padre aún procesaba el hecho de que su hijo tuviera dicho color de ojos, aún asombrado que no especulaba palabra alguna, le parecía un color extraño, pero a la vez hermoso.

— ¡Llévense esa cosa! ¡Llévenselo lejos no quiero verlo!—, Gritó histérica la mujer alejando con brusquedad el bebé de su regazo, a lo que la enfermera lo tomó con rapidez, ya que la mujer casi avienta a la criatura

— ¿Amor que pasa? Estuvimos esperando mucho la llegada de nuestro pequeño—, Dijo el hombre aún sin entender

— no quiero verlo, no quiero verlo, no quiero verlo—, Era la frase que repetía una y otra vez, mientras que sus ojos parecían estar vagamente mirando a la nada y lágrimas brotaron de sus ojos.

Todos estaban asombrados del color de ojos del pequeño Namjoon, eran morados, pero  grande era el asombro a como reaccionó la madre del niño que nació Omega.

Ese día nada volvió a  ser como antes



El omega que no puede ser marcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora