El omega que no puede ser marcado

albino...

El camino estaba oscuro, apenas era iluminado por las luces del carro en el que iban Jimin y Namjoon. dirigiéndose a aquel lugar, donde se efectuaría todo

Luego de que Jimin hiciera aquella llamada, dejara solo a Namjoon en casa y fuera a ese lugar en busca de alguien, el pelirrubio alquiló un carro y regresó, tomó algunas cosas, y se encaminaron hacia una cabaña perteneciente a su difunto padre, estaba a unas horas de camino, en el prado de los lobos, mas allá de las montañas mellizas.

Jimin iba atento al camino, ya tenía todo planeado, solo podía apretar el volante del auto, cuando pensaba en el desgraciado del padre de su Omega. Lo haría pagar por todo el daño que le causó a su hermoso ser de luz.

Namjoon iba dormido en el asiento copiloto, pero más que dormido, estaba en una especie de trance, desde el momento en que Jimin regresó por el, parecía cansado y agotado, y aquella raya blanquecina en su cabello, parecía haber aumentado, y se notaba más que antes.

Su lobo... Albino estaba inquieto, parecía removerse mucho en el interior del Omega, pero el no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, ya que su lobo nunca se ha manifestado, y últimamente lo ha estado escuchando hablar y decirle cosas.

Su lobo al fin estaba despertando, y aunque pareciera extraño eso le estaba agotando, tanto mental como físicamente, ya que su cuerpo nunca había experimentado aquello, incluso cuando es normal en un niño de 8 años, para namjoon era algo nuevo, y es que apenas ahora está forjando su vínculo.

Sus dientes empezaron a castañear, y Jimin decidió tentarlo un poco, solo para darse cuenta de que estaba ardiendo en fiebre.

— ¡Hyung, está ardiendo!—, Exclamó el menor aparcando el coche a un lado de la desolada carretera.

— Tengo.... Mucho... Frío —, Decía entrecortadamente, mientras temblaba bajo el tacto del alfa.

Jimin se encontraba desesperado, estaban en medio de la nada y aún le faltaba camino por recorrer para llegar a la cabaña, no contaba con medicamentos que pudieran ayudar en este caso, y solo pudo atraer el cuerpo del Omega encima de el, y envolverlo en sus brazos, empezó a esparcir dentro de todo el auto sus feromonas, pensando en que tal vez estás puedan ayudar.

Alguna su padre le dijo, que cuando se sentía mal, las feromonas de Wooyoung ayudaban mucho a calmarlo, y se sentía mejor, pero... ¿Acaso esa historia era cierta? ¿No habrán sido falacias vanas para que el creyera? ¿Podría acaso ayudar sus feromonas al Omega que está en sus brazos?

— No quiero que nada malo te pase, mi tierno y pequeño omega—, susurró con lágrimas retenidas en sus pupilas, con el corazón hecho trizas, no quería perder a nadie más, no quería volver a experimentar aquel dolor tan grande nuevamente... No lo resistiría

— Omega, descuida... Estarás bien no dejaré que nada te suceda —, dijo para luego, aún con Namjoon en su regazo, temblando en su pecho, emprender camino nuevamente, no había vuelta atrás, aún quedaban unos kilómetros, pero llegarían.

Al pasar de los minutos, Namjoon parecía dormido en el regazo del joven alfa, incluso había dejado de temblar.... ¡Que lejos estaba eso de ser realista! la verdad es que entró en estado de inconsciencia y su respiración era cada vez más débil, y su cuerpo empezó a transpirar descontroladamente, Jimin se empeñó en seguir conduciendo... Su corazón latía desenfrenadamente, y sus ojos se empañaban cada segundo, amenazando con explotar en llanto; corriendo así, el riesgo de chocar con algo.

La velocidad del vehículo aumentó considerablemente, ya era muy tarde para dar vuelta a atrás, estaban muy lejos de la ciudad, si no se apuraba pronto... Namjoon tal vez... moriría en sus brazos