ELLOS GANAN

Serkan no quiere saber nada de nadie, se viste y se pone la corbata con el alfiler de Eda, y vuelve a llorar, mira el reloj, aun falta una hora y necesita aire.

Sus amigos le frenan.— Serkan, esta todo preparado.....— le dice Ferit con pesar

Me ahogo..... no puedo...... — dice Serkan.

En ese momento entra el padre de Selin.

¿Puedo hablar contigo un momento? — pide ese hombre que siempre le pareció a Serkan calido y cercano. Hoy no sabe porque se le antoja un pelele.

Claro.....— dicen Ferit y Engin saliendo.

Serkan no puede mirar a su futuro suegro.— ¿y? — pregunta con rabia.— no les voy a perdonar.....

Serkan,  escucha, tu padre y ella .... tenían tanto en  mi contra.....tanto como para meterme en la cárcel.... No me ha gustado como lo han hecho.... Tanta gente implicada para la venganza final de una sola persona....— dice el Sr. Atakan.— lo siento de veras...

Me da igual que lo sienta,  no tenían derecho a decidir por nosotros— espeta Serkan — ahora salga de mi vista..... no puedo ....por favor....— consigue decir Serkan 

Lo siento— dice el padre de Selin cuando sale 

Serkan cae al suelo y llora.

Entran sus amigos y lo encuentran así.

Serkan.....

Ferit... no puedo leer el contrato prematrimonial..... puedes..... por favor..... solo comprobar que mi madre esta cubierta...yo..... no puedo.....— dice Serkan

Ferit coge los papeles, ve como  su amigo busca aire.

Enguin y Ferit se miran, necesita estar solo...

Serkan sale de la habitación y ve a la abuela de Eda. No puede creer que Eda este en ese mismo hotel.... El corazón se le para, si solo pudiera verla, a escondidas un segundo.....Sigue a la vieja que vio en el hospital, tan altiva, tan distante y tan fría que se le hace imposible pensar que pueda ser nada de su Eda, cuando advierte que va por el pasillo seguida del que será el marido de Eda.

En otra habitación, mientras, Eda se mira en el espejo, sus amigas están aterradas con el miedo a que se durmiera por el estrés, pero apenas se han dado cuenta de que su amiga no esta estresada, está vencida... y lo que pensaron, un día hace mil años, seria uno de los mejores momentos de su vida, era sin duda el peor de muchos de los que serian a partir de ahora para ese grupo que la vida les hizo hermanas.

Eda ve a su abuela pasar por una terraza y le sigue el que será su prometido.... Eda se gira a sus amigas, — necesito aire, os prometo que no me escapo— les sonrie triste— ya vuelvo— les dice y sigue a  su abuela y a su futuro marido a la suficiente distancia como para que no sospeche nadie que la vea vestida de novia en un hotel plagado de gente aunque le da igual. Sabe que esos dos están confabulando algo y ella no puede pasar por nada mas. En su mano puesta solo una joya, la de su amor.

Cuando Eda ve que giran a la derecha, su mirada se desvía a un rayo blanco que pasa cruzando el vestíbulo, la reconocería en cualquier parte, Selin Atakan vestida con un traje de diseño, precioso se adapta al cuerpo de modelo que tiene, el cuerpo de encaje y la falda de seda, el pelo sencillamente recogido en una cola baja y lisa, por un segundo sus ojos se cruzan, no se conocen, solo Eda sabe quien es. Eda solo ve felicidad en los ojos de la rubia, y dicha, y futuro. Es imposible que la rubia vea nada mas que horror cuando se fije es sus ojos, pero Eda le dedica una sonrisa y un anhelo silencioso, para que  haga feliz al amor se su vida.