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Bakugo:

Hola, soy Bakugo y tengo 17 años.

Me encantan las fresas y no me gustan para nada, que se rían de mí, sobre todo si soy rosa o si me caigo por culpa de alguien.

Narradora:

Bakugo, llega a clase todo lleno de rosa, enfadado porque Uraraka le pintó el día anterior de rosa, mientras estaba durmiendo.

Bakugo: Le dije que no lo hiciera, y me lo ha hecho. Tendré que darle su merecido, algún día. ( En su mente ).

Bakugo, llega a clase todo lleno de rosa, porque ayer Ururaka le pintó de rosa, mientras él le dijo que no lo hiciera.

Esta allí, parado al frente de la puerta de clase, pensando que si no entra sus padres se enfadan y su profesor, pero si entra, todos se reirán, a pesar de que pasaría mucha vergüenza.

Las dudas pasan sobre su cabeza cada dos por tres, mientras está parado.

Bakugo: ¿Y si no entró en toda esta semana y entro la semana que viene? ( En su mente ).

Bakugo pensaba que era una buena idea, y si lo hacía, podría sentarse en uno de los baños, para que no lo vieran, porque no podía salir de allí, nada más si era hora de irse, pero como acababa de entrar, no había vuelta atrás.

Bakugo recuerda que hoy no puede faltar a clase, porque hoy había un exámen muy importante de fuerza, que el no podía perderse, porque es el más fuerte de su clase y quiere reírse de todos ellos, pero más bien se reirán  de él.

Allí está, un chico con unas dudas, que no le dejan pensar, porque si sabe que si hace una cosa, está mal y se enfadaran de él y la otra es si entra a clase, le humillaran y pasará mucha vergüenza.

Bakugo, se sienta al frente de la puerta de clase, en un pasillo que está todo vacío y derrotado por sus propias dudas que no sabe resolver él mismo.

Él piensa y ya toma una decisión, entrará a clase con la cabeza tapada, con una capucha de su sudadera que tiene ahora mismo puesta, y así nadie se reirá de él, por tener el pelo rosa.

Soy su fresa y la de nadie más [Bakugo edition]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora