Ante la pregunta de Abril el viejo Gastón sonrió, pero antes de contestar miro a las dos jóvenes tetonas que tenia de rodillas a su pies, era una imagen que no se quería olvidar, por eso retuvo la respuesta, cuando quedo satisfecho de mirar — Vamos a seguir jugando, pero en mi cama.
— Pero jefe, acuérdese que soy virgen — Abril había estado dudando si entregar su virginidad o no en esta noche tan loca.
— Lo sé, vos jugaras hasta donde te animes — Sin decir más se agacho para agarrarlas de las manos y como un abuelo llevaría a sus nietas a dormir a su habitación caminaron los tres juntos, pero con la diferencia que no pensaba dormir en un largo tiempo.
— Improvisamos o ahí reglas — Talía pregunto una vez que estaban en el cuarto.
— Las reglas y lo que aran lo dictaminare yo, ya que soy el hombre.
— Que machista — Gritaron al unisonó.
— Bueno, porque soy el mayor de los tres, y las puedo guiar por el buen camino — El viejo Gastón les serró un ojo a las jóvenes.
— Bueno, te dejo mandar viejo, pero solo por esta vez — Talía fue la que opino, pero Abril seguía calladita esperando por mucho más placeres desconocidos.
Antes de hablar más, Gastón con tranquilidad se sacó el bóxer y se acostó en el medio de la cama, luego miro a las dos jóvenes que estaban luciendo sus dos grandes tetas y las parte de debajo de sus migro bikinis, y ordeno — Quiero que se saquen los bikinis, pero una a la otra.
La morena con una sonrisa enorme enseguida se acercó a Abril, se puso de rodilla y con sensualidad comenzó a tirar de una de las tiras del bikini, cuando esta se cayó al piso, Talía le dijo — Estas peladita y mojadita — Y con ternura le dio un beso en su clítoris.
La joven Abril tenía experiencia con mujeres, pero ninguna tan sensual como Talía, que todo lo que hacía era con mucho erotismo, cosa que a la joven inexperta la encendía, cuando Talía se comenzó a enderezar Abril se ponía de rodillas, pero al encontrase en el camino no pudieron evitar besarse.
Luego del ardiente beso el cual Gastón no perdió detalle, la joven Abril comenzó a sacar el bikini a la morena, dejando su cuerpo al desnudo, el monte de venus de esta solo tenía un pequeño triangulo, la joven paso su dedo índice por los labios vaginales de la morena la cual ya estaba muy mojada por lo trascurrido en la noche.
Con las dos mujeres de pie nuevamente se volvieron a besar, luego Talía pregunto — Ahora que viejo verde.
— Ahora ven y acuéstate aquí — La hizo acostar arriba de él, boca arriba, ella quedo con sus nalgas arriba de su verga flácida, y el comenzó a masajear sus tetas y ordeno a Abril — Ahora dale placer con tu lengua a esta ardiente morocha.
La joven virginal había estado esperando ese momento desde que comenzó la noche, Talía era una mujer hermosa, la estaba deseando cada vez más en cada minuto, y al fin sabría a qué sabe su vagina, ella sin pensarlo se subió a la cama, y se encontró con las miradas ansiosas de las dos personas que esperaban que ella haga una buen trabajo, sin pensarlo casi nada, paso su lengua con ternura desde la parte inferior de la vagina hasta llegar a al clítoris — hmm.
Al escuchar el pequeño gemido de la morena fue suficiente para que la joven aumentara los movimientos de su lengua y demostrara su destreza con ella, claro que Gastón no se limitó solo a mirar, el seguía masajeando las tetas de Talía y besaba su cuello, y en vez en cuando miraba el rostro de la joven de dieciocho años la cual estaba dando un increíble show al chupar la jugosa vagina de la venezolana.
Ahaah — Ese grito vino acompañado de un increíble orgasmo, el cuerpo de la morena se retorcía como un pez, mientras su cuerpo daba pequeños estamos, pero la joven Abril continuo entre sus piernas tomándose todos los jugos vaginales de Talía.
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El semental y sus adorables vecinas
Lãng mạnLas mujeres de un barrio privado comienzan a conocer a su nuevo vecino, un hombre de sesenta años, que de apoco se ganara la confianza de las mujeres, notando que este hombre es un semental con muchas ganas de procrear y divertiste en el proceso, ¿c...