SHAKESPEARE & SERENATAS; Ben Plunkett

three

CAPÍTULO TRES
[CORREOS UNIVERSITARIOS]

Coral dejó en la mesa las salsas junto a los platos que su padre le pidió para la cena.

Estaban esperando que su madre llegara de la oficina para cenar en familia.

— Tu hermano llamó — habló Ian a su hija cuando entró a la cocina.

— ¿Y no habló conmigo? — pregunto Coral.

— Aún no llegabas — respondió su progenitor. — Estabas con Graham.

Coral y su hermano tenían una gran relación, se protegían mucho así como molestarse, él era mayor que ella por lo que ya estaba en la universidad.

Estudia en Harvard así como alguna vez lo hicieron sus padres.

Coral escuchó el ruido de la alarma de un auto, el de su madre.

La rubia dejó los vasos en la mesa al igual que su padre dejaba la comida sobre las tablas de madera que Coral puso para evitar que el mantel de Kenia se maltratara.

La mujer Lancaster, entró a su hogar dejando su abrigo en el perchero acompañado de las llaves de su auto que dejaba en la mesita cerca.

— Ya llegue.

— ¡En la cocina! — gritó Coral.

Su padre estaba terminando de sacar el postre, un flan.

No había mejor momento de la cena que Coral amara más que el postre. Si por ella fuera, comenzaría con el postre en lugar de la cena.

— Hola cariño — saludó Kenia a su hija. Se acercó a su esposo dejando un corto beso en sus labios.

Coral no era mucho de las demostraciones de afecto en público, amaba a sus padres y le gustaba ver películas de romance, pero cualquier demostración de alguna pareja cerca suyo ella daba un paso atrás.

La rubia y sus padres se sentaron en la mesa del comedor para cenar.

— ¿Qué tal la escuela? — cuestionó Ian a su hija.

— Bien — murmuró Coral. — Ya dieron el tema del baile.

— ¿Algún chico que te invitara?

— Probablemente termine asistiendo con Graham.

Una sonrisa apareció en el rostro de Kenia Lancaster. Coral negó con su cabeza, sabía que su madre creía secretamente en que Graham y ella mantenían una relación a escondidas. Claro que si solo los mirabas por encima lo creerías, pero ella no estaba interesada ni siquiera un poco en él.

El teléfono de Coral vibró en su pantalón haciendo que lo sacara.

Hablando del Rey de Roma.

— Coral ¿qué hemos acordado de los teléfonos en la cena? — regaño Ian.

— Lo siento, lo siento — se disculpo. — Era Graham, quería saber si mañana pasaba por mi.

— ¿Haz tenido respuesta de la universidad?

Coral quería regresar a la conversación sobre Graham, cualquier tema era mejor que el colegio o la universidad.

— Aún no — negó ella.

— Tu hermano me avisó que de  Harvard te llegará una notificación mañana — aviso Kenia.

Ian, quien sabía que su hija no iba a ir a Harvard y solo presentó el examen para complacer a su madre.

— Creo que mañana podría llevarte Graham — hablo Ian.  — Olvide que tengo una junta temprano, no podré llevarte cariño.

El patriarca le guiñó un ojo a su hija quien le sonrió levemente, eran bastante cómplices a decir verdad, Ian podría guardar cualquier secreto de su hija con tal de verla feliz.

Coral terminaba de cepillar su cabello, colocando un lazo de color azul sobre su cabello.

Escucho unos golpes en su puerta. — Cariño, Graham ha llegado — aviso Ian.

— Gracias papá— le sonrió.

La rubia tomó su mochila de la silla acercándose a la puerta, pero el brazo de su padre la detuvo.

— Sin importar la decisión que tomes o la escuela que elijas, yo siempre estaré orgulloso de ti.

Coral abrazó a su padre, toda su vida se basaba en tenerlo orgulloso a él.

Salió de casa no sin antes tomar sus llaves, vio el auto de su amigo al cual se subió.

— Nos harás llegar tarde — se quejó Graham.

— Como si eso te importara — respondió Coral.

Se colocó el cinturón de seguridad, al mismo tiempo que su amigo encendía el auto. Pulso el botón de la radio colocando una canción al azar.

— ¿Me dirás qué es lo que te molesta? — cuestionó Graham.

— Mi madre insistiéndome que elija una universidad y de preferencia Harvard — respondió Coral.

Graham entró al estacionamiento del colegio.

— Me inclinó más del lado de tu padre — respondió el chico. — No importa a donde vayas, siempre y cuando sigas siendo mi mejor amiga y seas feliz.

Coral suspiró.

Sintió su teléfono vibrar, era un correo de la universidad.

— ¿Qué sucede? — cuestionó Graham.

Coral le mostró su celular.

— Léelo.

Suspiró. — Estimada señorita Lancaster, la universidad Collège LaSalle, nos complace anunciarle que tiene un lugar esperando por usted. — sonrió. — Ha sido admitida en nuestra carrera de diseño de modas. Esperamos su respuesta.

Coral sonrió, miró a Graham quien tenía una sonrisa en su rostro también.

Ella lo abrazó feliz.

— Lo logre — murmuraba Coral. — ¡Lo logre, Graham!

— Cumplirás tu sueño.

Los dos bajaron del auto, Coral tenía una sonrisa en su rostro. Quería llamar a su hermano, pero sabía que estaba en clase.

Pasó cerca de un auto donde había dos personas adentro, logró distinguir a uno como Ben, el chico de la tienda de servicios y su compañero en clase de historia.

Iba a saludarlo, pero notó que él no la estaba mirando. Graham pasó su brazo por encima del hombro de Coral atrayéndola hacia él.