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CAPÍTULO UNO[MIRADAS AZUCARADAS]

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CAPÍTULO UNO
[MIRADAS AZUCARADAS]






Coral tomó un pan tostado de la mesa llevándoselo a la boca, la bocina del claxon del auto de su madre volvió a escucharse.

— ¡Ya voy! — gritó Coral desde la cocina.

Su madre no podía escucharla claramente, la rubia se sentía fastidiada cuando su madre tocaba el claxon, se supone que era su padre quien haría algo como eso.

Salió de la casa Lancaster, subiéndose a la camioneta de su progenitora cuando esta estaba por marcharse.

— La próxima vez voy a dejarte aquí, Coral — regaño Kenia Lancaster a su hija.

Coral rodó los ojos, una vez a la semana pasaba lo mismo y normalmente era cuando tenía entrenamiento con el equipo de baloncesto.

Sus padres y su hermano la apoyaban en estar en el equipo, sin embargo, era Kenia quien se molestaba cada que llegaba tarde.

La señora Lancaster dobló en la esquina cerca del colegio.

— Sabes, puedo obtener un permiso de conducir, si tú y papá aceptan firmar el permiso — Coral intento convencerla, de nuevo.

— Eres muy graciosa Coral, la respuesta sigue siendo no.

Coral se quejó. Desde el accidente en el verano donde la rubia chocó el automóvil que compraron para que practicara no la dejaban conducir de nuevo.

— ¿Haz obtenido respuesta de la universidad?

Una vez más la sonrisa en el rostro de Coral Lancaster se esfumó. Había mandado las solicitudes desde hace meses y seguía sin una respuesta comenzaba a creer que sería la primera chica Lancaster en no asistir a la universidad en su primer intento.

— Aún no recibo respuesta de Collège LaSalle, mamá — respondió Coral sin mirarla permaneció mirando por la ventanilla. — Tampoco de JCI.

Kenia escuchó el tono desanimado en la voz de su hija poniendo una mano en su hombro para animarla.

— Descuida cariño, pronto la recibirás ¿quieres que vayamos por panqueques más tarde?

— Estaría genial mamá.

Llegaron al estacionamiento escolar donde a la distancia Coral fue capaz de ver la silueta de su mejor amigo Graham Lansing.

— Buenos días señora Lancaster — saludó Graham al ver a ambas rubias, abrió la puerta del lado de Coral para ayudarla a bajar.

SHAKESPEARE & SERENATAS; Ben PlunkettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora