two

271 48 0
                                    

CAPÍTULO DOS[NUECES]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.















CAPÍTULO DOS
[NUECES]


























— ¡Piedra, papel o tijera!

— ¡Piedra, papel o tijera!

— ¿Cuánto tiempo seguiremos haciendo esto? — pregunto Coral hacia Graham.

Los dos estaban en el auto del chico, afuera del lugar de servicios para ver quien entraría a comprar las botanas.

— Perfectamente podríamos entrar ambos y dejar la pelea — murmuró Lancaster acomodándose en el asiento.

La chica subió su pierna en el asiento del copiloto.

Graham se acercó a ella rodando su nariz con su dedo. Cualquier otra chica se derretiría al tenerlo de esa forma, pero no Coral, se acostumbró.

Los dos bajaron del auto, Coral cerró la puerta con cuidado de no golpearlo, la última vez casi la manda caminando por azotar la puerta de su auto.

Las puertas automáticas se abrieron al sentir los sensores. Se dividieron la compras, Coral iría en búsqueda de las bebidas mientras Graham tomaría las botanas.

Coral sintió su celular vibrar en el bolsillo de su pantalón. Al sacarlo notó un mensaje de su padre quien le pedía ciertas cosas para la cena.

Guardó nuevamente su celular dirigiéndose al pasillo donde sabía que encontraría las especies y condimentos, tomando algunos de la lista.

Luego estaba el aceite y unos tomates. Agradecía por haber tomado una canastilla cuando entró al lugar o de lo contrario tenía que cargar todo en sus manos.

Reviso nuevamente la lista antes de dirigirse hacia el área de cajas, encontró a Graham en una de las cajas caminó hasta el colocándose detrás suyo con sigilo, tomó algunos cuantos dulces colocándolos en su canastilla, había olvidado que en su mochila ya no tenía sus dotaciones semanales.

— Graham — escuchó al chico que empacaba.

— ¿Si amigo?

— ¿Ya has decidido a que universidad iras?

Coral no pudo evitar sonreír ante la pregunta, pero si le preguntaban a ella probablemente evitaría el tema. Seguía esperando una respuesta.

— No tú también — susurro Graham. Coral se movió golpeándolo. — ¡Coral! — la miró, ella se encogió de hombros. — Lo siento como llega un punto en que ya no quieres escuchar eso, ya lo entenderán en su último año.

SHAKESPEARE & SERENATAS; Ben PlunkettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora