Me desperté, era martes por la mañana, tenía examen a primera hora y no disponía de mucho tiempo para arreglarme así que cogí lo primero que ví y me vestí. Bajé las escaleras para ir al salón a desayunar y una vez allí vi que mi madre se había esmerado mucho esta vez con el desayuno, no tenía tiempo así que cogí un par de tostadas y me fui corriendo.
Poco después de acabar el examen Alondra una chica bastante popular se acercó a mi y me dijo: -Nunca lograrás ser perfecta, nunca lo serás.
Siempre me ha importado poco la opinión de los demás sobre mi pero cada comentario, cada 'gorda', cada insulto...dolía más. Intento fingir y hacerles creer que no me importan sus críticas, que son sólo palabras pero me afectan. Quizá esa chica era popular por su físico era un perfecto 90 60 90, su pelo era largo y liso, de un color precioso, sus ojos eran azules verdosos, y todos los chicos rondaban a su alrededor, sólo la querían por su físico todos lo sabemos, pero la verdad es que a mi muchas veces me daba envidia.
Llegó la hora de comer y me senté apartada de todos como hacía siempre, me dispuse a abrir el tupper, aquella comida tenía tan buena pinta...y entonces recordé las palabras de Alondra: 'Nuca lograrás perfecta, nunca lo serás.' Miré el tupper y lo cerré. Siempre quise ser como ella así que me metí en Internet para buscar algunas dietas y trucos para adelgazar más rápido y en muy poco tiempo. Había miles y miles de enlaces, pero había uno que destacaba entre los demás 'Princesas Ana y Mia.' aquel era el título del blog, entré y leí por encima un poco, allí había gente como yo, gente afectada por las críticas, gente sin autoestima. Llegué a mi casa, encendí el ordenador y me metí en el blog, lo leí todo, -'con esto seguro que adelgazo, ¿qué puede pasar?.' -pensé.