007. 𝐄𝐗𝐎𝐑𝐂𝐈𝐒𝐌 𝐁𝐘 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇𝐄𝐒

1.3K 105 0
                                    

OBSERVO A MI PRIMA CAMINAR DE UN LADO A OTRO por mi habitación, hablando sin detenerse. Lo que había comenzado como un día cualquiera terminó convirtiéndose en una de las locuras típicas de Sabrina Spellman.

—entonces, ¿Crees que el tío de tu amiga Susie está poseído por un demonio? —le pregunto levantando una ceja mientras ella asentía ligeramente —¿Y piensas hacer un exorcismo? Tú, una bruja.

—sé que dirás que las brujas no hacen exorcismos. Blackwood me dijo que...

—un momento —la interrumpo —¿Hablaste con Blackwood de esto?

—solo le pregunté si una bruja podía hacer un exorcismo —se encoge de hombros.

La miro en silencio intentando contener mis pensamientos. Sabrina realmente estaba perdiendo el juicio. Un exorcismo hecho por brujas iba en contra todas las normas del aquelarre.

—necesito tu ayuda —dice sentándose frente a mí en la cama —aún no sé mucho sobre el mundo oscuro, y tú eres una bruja completa.

—Sabrina...

—al menos cuida mi cuerpo mientras voy a verlo. No será mucho tiempo.

—es peligroso —la miro fijamente.

—me proyectaré astralmente, no podrán hacerme daño —responde rápidamente.

—¿Y los psicopompos?

—Volveré antes de que se junten demasiados.

Lo pienso durante unos segundos antes de aceptar. No podía hacer mucho; por más que le dijera a Sabrina que no fuera, ella de todos modos iría a verlo. Al menos, de esta forma, podría asegurarme de que no le pasara nada malo.

Sabrina se recostó en el suelo mientras yo comenzaba a encender velas a su alrededor. En pocos segundos, su proyección astral dio inicio. Me acomodo en mi cama, sin apartar la mirada de su cuerpo inmóvil. Aunque no creía que un demonio lo suficientemente poderoso como para lastimarla pudiera afectar su proyección, prefería no bajar la guardia.

De repente, un leve silbido llama mi atención. Miro hacia la ventana en donde encuentro un psicopompo apoyado en el marco. Al principio lo ignoro, pero pronto comenzaron a llegar más, uno tras otro.

El ambiente se tensa aún más cuando Az comienza a gruñir. Fue entonces cuando Salem, el gato de Sabrina, entra en la habitación como un torbellino y se dirige directamente hacia ella. En ese momento, Sabrina comienza a temblar. Sin pensarlo dos veces, me acerco hacia las velas y, con un golpe rompo el círculo de protección.

surgit —murmuro mirándola fijamente.

En cuestión de segundos, Sabrina se incorpora de golpe, con los ojos llenos de terror.

—¿Estás bien? —pregunto con preocupación.

—sentí como si cortaran mi garganta —susurra mientras se llevaba las manos al cuello, todavía temblando. Se levanta del suelo con movimientos torpes —¿Cómo lo hizo? ¿Cómo pudo tocarme?

—debe ser un demonio mayor —respondo tras unos segundos pensando —algunos de ellos tienen la capacidad de interactuar con tu cuerpo astral si te encuentran en el plano.

—al menos tengo su nombre: Maerceci.

—no creo que sea tan simple —digo mientras me acerco al tocador para buscar mi libreta. Escribo el nombre al revés y se lo muestro —mira, su verdadero nombre es Ice Cream. Los demonios suelen ser engañosos y tienen un pésimo sentido del humor. ¿Te dijo algo más?

—mencionó algo sobre que el tío Jesse lo liberó —responde con un suspiro antes de sentarse en mi cama.

—¿Liberó? ¿De qué? ¿O de dónde?

𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora