039. 𝐇𝐄𝐑𝐎𝐃'𝐒 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍

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DESPUÉS DE UNA HORA sumergidos en los libros de la biblioteca de la academia, finalmente encontramos algo que podría ayudarnos: una brújula. Según los escritos, este artefacto es capaz de rastrear objetos con alto nivel de poder.

Siguiendo su dirección, Ambrose y yo nos adentramos en el bosque a las afueras de Riverdale. Tras un largo trayecto, la brújula nos guía hasta un viejo árbol, donde nos detenemos.

—¿Bajo el árbol? —pregunto confundida.

—no la escondió en la tierra, sino dentro del tronco —responde Ambrose golpeando levemente la corteza —es asombroso. ¿Cómo la sacaremos?

Levanto las manos y canalizo mi poder. En un instante, el tronco estalla, abriendo un hueco en su interior. Entre los restos de madera, algo brilla: una corona.

—la corona de Herodes... —murmura Ambrose tomándola con cuidado entre sus manos.

—dámela —digo extendiendo mi mano hacia él.

—¿Qué piensas hacer con ella? —pregunta mirándome con seriedad.

—llevarla al Pandemónium.

—oh, no... Tienes esa mirada demente otra vez.

Suspiro y, tras unos segundos de silencio, murmuro:

—está bien, la destruiré. Luego llevaré los fragmentos a ese estúpido príncipe.

—no dejaré que la destruyas.

—¿Qué? ¿Por qué no? —pregunto frunciendo el ceño —si la entrego, podrían usarla en mi contra.

—¿Acaso no lo sientes?

—¿Sentir qué? —pregunto desconcertada.

—su energía —responde con obviedad —el poder que irradia. Si la destruyes, todo ese poder será liberado.

—no veo por qué eso sería una mala idea.

—solo dame una hora —insiste Ambrose —déjame estudiarla. Tal vez esta sea nuestra solución, Faye. Podríamos usar su poder para restaurar al aquelarre.

Lo observo en silencio antes de desviar la mirada hacia la corona. No soy una ingenua; sé perfectamente que su poder es lo suficientemente grande como para destruirme. Entregarla a los reyes del infierno podría matarme, pero quizá Ambrose tiene razón. Usar su energía para fortalecer el aquelarre sería nuestra mejor oportunidad ahora que no contamos con un amo que nos otorgue poder.

—está bien —cedo mirándolo con seriedad —pero debes llamarme si ocurre algo. Caliban podría encontrarte.

—no lo hará —me asegura con firmeza —me encargaré de eso.

Antes de que pueda responder, Ambrose se acerca y deposita un beso en mi frente. Luego, sin más, desaparece, dejándome sola.

Echó un vistazo a mi alrededor por un momento antes de alzar una mano y teletransportarme directamente a la academia. No había visto a Nick desde esta mañana, y algo me decía que algo no estaba bien con él. No era solo su aire ausente, como si su mente estuviera en otro mundo, sino que también parecía... Distinto.

Camino por el largo pasillo hasta llegar al comedor, donde encuentro a Eve sentada en una mesa, absorta en la lectura de un libro.

—hola —la saludo acercándome.

—dame un segundo —murmura sin apartar la vista de las páginas.

—¿Qué lees? —pregunto sentándome a su lado.

Eve levanta el libro y me lo extiende.

—¿No lo sabes? Todo el aquelarre lo está leyendo.

Tomo el libro y le doy la vuelta para leer la sinopsis. Me sorprendo al descubrir que se trata de una novela escrita por mi tía Hilda sobre su romance con un Incubus.

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⏰ Última actualización: Feb 09 ⏰

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𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora