LENTAMENTE SIENTO CÓMO ALEC ME BAJA AL SUELO mientras nos alejamos. No podía evitar sonreír. Había pasado un año desde la última vez que lo vi, desde que se mudó con su familia. Apenas habíamos hablado desde entonces, ya que las cosas no terminaron bien entre nosotros. Pero verlo de nuevo me hacía feliz; al menos nuestra última conversación sirvió para cerrar algunas heridas.
—hola —dice Nick interrumpiendo mis pensamientos y haciendo que todos nos giremos hacia él.
—Nick, él es Alec —digo presentándolos —mi...
—amigo —me interrumpe Alec rápidamente extendiendo su mano hacia Nick —un gusto.
Nick lo observa de pies a cabeza, ignorando su mano por unos segundos, antes de estrecharla de manera poco amigable.
—bueno... —murmura tía Hilda rompiendo el incómodo silencio que comenzaba a formarse —esto es... Raro. Alec, cariño, ¿Por qué no vienes conmigo a la cocina? Hice galletas.
Alec me lanza una mirada rápida antes de seguir a tía Hilda hacia la cocina dejándome a solas con Nick, quien no apartaba la mirada de él.
—entonces... —murmuro algo incómoda.
—creo que es mejor que me vaya —dice Nick de repente.
—¿No íbamos a estudiar?
—no creo que sea buena idea —responde negando levemente con la cabeza.
Antes de que pueda decir algo más, Nick se da la vuelta y sale de casa, dejándome con las palabras atoradas en la garganta. No entendía qué acababa de pasar.
Decidida, camino hacia la cocina en busca de Alec encontrándolo alabando las galletas de tía Hilda. Ambos me miran en cuanto cruzo el umbral de la puerta al tiempo que intento hacerle una seña sutil a mi tía.
—bueno, esa es mi señal —dice tía Hilda con una sonrisa —nos vemos luego.
Cuando nos quedamos solos, Alec me mira con curiosidad.
—¿Y tu novio? —pregunta casualmente.
—tuvo que irse —respondo acercándome para tomar una galleta.
—¿Es por la inquisición? —pregunta haciendo que lo mire confundida —tu tía me contó algunas cosas.
—¿Qué haces aquí?
—vine a verte —responde con simpleza —¿No puedo?
—puedes... —murmuro tratando de encontrar las palabras adecuadas.
—¿Pero...?
—pero es raro que estés aquí —admito mirándolo fijamente.
—las cosas terminaron bien entre nosotros, ¿No? —pregunta con seriedad.
—sí...
—entonces no veo el problema —dice encogiéndose de hombros.
Lo observo fijamente mientras él sonríe levemente y toma otra galleta. Claro que había un problema: que mi exnovio llegue a mi casa justo cuando Nick está aquí. ¿Cómo iba a explicarlo? ¿Que era normal que Alec apareciera y que tía Hilda lo tratara con tanta dulzura?
Después de una noche extraña, entre conversaciones y algo de estudio para la inquisición, logramos dormir un poco. Apenas cierro los ojos, la voz de mamá me despierta insistente.
Alec duerme profundamente en el suelo de la sala, con un libro de conjuros descansando sobre su pecho. Me incorporo en el sofá, sintiendo el peso del cansancio en mis párpados. Aunque deseaba volver a dormir, los constantes llamados de mamá, advirtiéndome que llegaría tarde, me obligan a levantarme. Miro a Alec una última vez antes de subir a mi habitación; necesitaba una ducha y ropa limpia antes de dirigirme a la iglesia profana.
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𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜ
Hayran Kurgu𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒃𝒂𝒔𝒂𝒅𝒂 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒆 𝒆𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒐𝒄𝒖𝒍𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒃𝒓𝒊𝒏𝒂.