𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 49

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“¿Nos estás descuidando porque sales más con Reina?”

La voz de Benedict estaba llena de picardía, pero en respuesta, Ethan simplemente levantó las cejas como si no fuera gran cosa.

Pero al ver esto, tanto el emperador Enoc como el gran duque Benedicto se miraron con los ojos ligeramente abiertos.

“¿Qué tipo de reacción es esa, eh?”

“¿Ha cambiado este sinvergüenza?”

Ethan dejó su taza de té y miró fijamente a Benedict, quien luego abrió los labios para hablar una vez más.

"Tu reacción de ahora realmente no es propia de ti, Ethan".

"Muy humano, ¿verdad?"

Y ante sus reacciones, las comisuras de los labios de Ethan se curvaron ligeramente en una sonrisa.

“Me pregunto si alguna vez he sido un ser humano”.

“Bueno, si te clasificamos según tu especie, definitivamente eres humano. ¿Pero no es más como si estuvieras usando la piel de un ser humano?

“Al menos, un humano que no sabía reír. ¿Pero supongo que ese ya no es el caso?

"Me pregunto."

Ethan miró brevemente el retrato gigante enmarcado detrás de Enoch y Benedict.

Bien. En lugar del primer emperador de este país representado en ese retrato, el propio Ethan fue alguien que nunca expresó nada.

“Ahora que lo he visto más de cerca, ¿no es este niño un pueblo dragón? Cuando se trata de poner una expresión en su rostro, parece que es incluso peor que tú, Enoch”.

Es natural que Benedicto dijera esto.

Y cuando Ethan escuchó esto, en ese momento solo era un niño de cinco años y apenas comenzaba a darse cuenta de las diferencias entre él y los demás.

"Está absolutamente fuera de mis expectativas que alguna vez te vea cambiar antes de morir, Ethan".

Benedict dio una palmada lenta mientras decía esto y Enoch asintió con la cabeza.

"Sin embargo, ambos vivirían cientos de años más que yo".

“Ah, eso es correcto. Déjame corregir eso: no pensé que alguna vez cambiarías 'antes de morir'”.

Enoch se reclinó y cruzó las piernas.

“Deberían haber ido juntos, de verdad. ¿Por qué no lo hiciste?

Ethan sabía de lo que estaba hablando sin tener que dar explicaciones. Seguramente se refería a Cressen.

"¿Tengo que ir?"

“Reina fue”.

"Lo sé."

"Entonces, ¿por qué no fuiste allí?"

Ethan levantó la vista y se encontró con los ojos verdes del emperador.

Las personas que pudieran oír los ecos no serían leídas por otras que también pudieran leerlos. Sin embargo, cuando Ethan miraba esos ojos verdes, que eran tan verdes como un bosque frondoso, siempre sentía como si lo estuvieran dejando al descubierto frente al emperador, como si sus pensamientos más íntimos estuvieran completamente expuestos.

Aun así, en el momento en que Ethan giró la cabeza y miró por la ventana, parecía la viva imagen del desinterés.

"Incluso si es divertido, es absurdo aferrarse a un juguete", murmuró Ethan.

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