Comienzos Inciertos

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<< Cuándo pasas demasiado tiempo sola, no te queda más remedio que hablar contigo misma >> eso es algo de Leona suele mencionar antes de relatarse a sí misma lo que le sucede en su día a día, ella, hacia el exterior se ve como una joven elocuente, enérgica y llena de vitalidad, podría decir que incluso mucha para una mujer pequeña y delgada con la tés muy blanca casi como la nieve, al verla es muy difícil confundirla con su cabellera roja y corta a la altura del hombro con una mini coleta apuntando hacia abajo y su característico mechón blanco al lado izquierdo de su cabeza, sin embargo, para dentro de sí, tiene un enorme dolor que la atormenta desde su niñez.

Este gran dolor se remonta a una pequeña Leona de aproximadamente unos siete años muy pura e inocente, para ese entonces una niña en plena niñez disfrutando de la vida, junto a su madre y padre quienes cazaban para sobrevivir, su padre llamado Loptr era un hombre fornido de corta cabellera, una gran barba, pero muy amable a pesar de su ruda apariencia, en cambio su madre era delicada como una flor pero firme como una cascada, una mujer de movimientos gráciles, muy bella y fuerte de cabellos rubios y gestos finos, una mujer muy sensible. Sus recuerdos son muy vividos, aún a día de hoy, ya bastante tiempo después, Leona vivía en las tierras escandinavas, un lugar majestuoso y a su vez pintoresco con valles preciosos llenos de verde hierba que en los inviernos se cubrían de nieve, también se rodea de un gran cordón montañoso e imponente donde los volcanes destacan sobre todo tan blancos y estoicos siendo definitivamente un lugar hermoso para vivir, en este valle tan espectacular iba un pequeño curso de aguas prístinas y transparentes donde se lograba ver el fondo del rio y la vida que habitaba allí.

Pese a la corta edad de la joven desde muy pequeña siempre fue muy intuitiva y perspicaz, adicionando que su padre le enseñaba muchas cosas, de las que siempre resuena en su mente:

<< Existen muchas dificultades allí fuera. Leona, debes ser fuerte, es normal tener miedo, sin embargo, eso no te debe detener, si te ayuda, piensa en mí cada vez que tengas miedo >> - dentro de todo, estas palabras son un consuelo para ella y un motivo para seguir sin rendirse. Pero, no todo puede ser bueno, un día de invierno, donde escasea el alimento Loptr salió a cazar pese a las emperezas de clima, en aquel momento se desenvolvía una tormenta horrible, el ambiente era complemente blanco, la nieve era muy densa y los vientos arremolinados hacían que avanzar sea una completa odisea, sin embargo, con el sentimiento de cuidar a su familia salió sin importar las consecuencias por mientras que Leona y su madre preparaban todo en casa. Esta casa era de un tamaño mediano, ni tan grande pero no demasiado pequeña, decorada con pieles y trofeos de caza que Loptr ha conseguido a lo largo del tiempo, también hay antorchas para iluminar y en el centro del hogar un gran fogón que cerca de este está la mesa y sus sillas, pese a que el espacio era amplio, las habitaciones estaban luego de la habitación principal sin divisiones grandes como paredes y la cama de Leona se encontraba en un pequeño segundo piso que poseía su casa del cual puede ver hacia abajo y ver casi toda la casa, exceptuando la cama de sus padres. Después de dejar las cosas listas, Leona y su madre salieron a recoger hierbas y vegetales de la huerta que tienen en su patio cuando se escuchó un estruendo, como si fuera un golpe contra la pared, ambas algo exaltadas corrieron a ver que sucedió aunque no lograron ver qué fue lo que hizo el ruido, debido a esto, ambas entraron a su hogar para resguardarse del frío y por precaución, ya que no estaba Loptr y Madre tenía que mantener a salvo a su familia, pero afortunadamente no fue nada grave. Cerca del anochecer finalmente Loptr llegó con un gran jabalí, no obstante esta gran presa no se fue sin dar batalla, cuando Leona vio desde su balcón entrar a su padre a casa venía con un colmillo del jabalí clavado en el abdomen, una herida que a primera vista se ve profunda pero limpia, una herida penetrante en toda regla, pero Loptr afortunadamente sabía cómo evitar morir de una herida así y mantuvo el colmillo en su posición sin quitarlo.

Rebut: La Viajera del Alba: a través del YggdrasilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora