Tensión superficial

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Entre las grandes montañas y los gigantes dormidos, la pequeña Leona caminaba a un paso firme pero al ser un enorme paraje no avanzaban mucho, al cabo de un largo mes logran salir del gran valle en el que se encontraban y dar con leves rastros de civilización, unas edificaciones enormes y pintorescas hechas la gran mayoría de piedras de diferentes tipos, los hermanos, algo exhaustos de vagar sin rumbo por Jotunheim y de cazar conejos que les triplican en tamaño, se detuvieron en un lugar a dialogar.

<< Veamos, llevamos un mes aquí y recién salimos de ese valle, por un demonio, me quiero ir, no lo soporto >> se quejaba Fenrir al no tener ninguna presa divertida de cazar, dado que los conejos pese a ser grandes, son conejos, no dan alguna lucha interesante más que correr y esconderse.

<< Fenrir, ya sabes que tenemos una misión, al menos encontremos a un gigante, después nos vamos, otro mes de vuelta, pero nos vamos >> respondió Leona desganada, en ese instante el piso comenzó a retumbar, al parecer un terremoto se avecina, la tierra comenzaba a reaccionar a la actividad sísmica del lugar y a su vez unas voces se escuchan cotorreando a medida que el sismo aumenta en intensidad.

<< Vaya, ¿qué es eso de ahí? es tan pequeño >> dijo uno de los gigantes, estos seres de gran tamaño iban vestidos con ropajes sencillos y llevaban cántaros y cestas con lo que parece ser algún alimento, de piel un poco más azul que los habitantes de Midgard mientras que el sismo se acentuaba más, Leona muy desconfiada empuñó a Fenrir mientras veía que la gigante la iba a tomar en sus manos.

<< Es muy descortés tomar a alguien sin su permiso>> gritó Leona a quien la estaba elevando y a su vez se dio cuenta que en realidad el sismo eran los pasos de los gigantes.

<< Perdón pequeña, solo queríamos ver qué eras, bueno, en ese caso como te llamas jovencita >> le replicó la gigante posando a Leona en la palma de su mano.

<< Me llamo Leona, hija de Loptr, y él es mi hermano Fenrir >> respondió seria la joven << Loptr, me suena familiar, amiga, ¿Recuerdas el nombre Loptr? Ella dice ser su hija >> dijo la gigante que sostenía a la joven mientras la otra gigante se volteó a a una gran velocidad.

<< ¿Loptr? >> Dijo exaltada otra gigante << ¿Cómo se llama tu madre >> le preguntó a la joven, que extrañada trató de recordarla, le solía decir Madre, pero su nombre no lo podía recordar.

<< Yo le decía Madre, no logró recordar si me lo digo alguna vez antes de su fallecimiento >> respondió la joven sin saber bien lo que pasaba realmente.

<< Bueno, no crees que es algo pequeña para recordarlo, bruja >> gritó Fenrir con mucha confianza y desdén << o mejor dicho Madre >> continuó el lobo.

<< Espera Fen, acaso es la misma madre que yo conocí >> le pregunto a su hermano muy consternada << ¿Desde cuándo me dices así? Y segundo, si y no, verás, la madre que tú conoces solo es una copia de quién realmente es madre, ya que nunca se dignó a salir de Jotun, la verdadera Angrboda, nunca salió de Jotunheim, Loptr era quien vino aquí cuando todos nosotros nacimos y nos llevó con él, a quienes puedo mientras está bruja dejó un reflejo de ella cuidándonos en vez de asumir su responsabilidad y ser una Madre >> le explicó Fenrir con mucho odio en sus palabras.

<< Puedo explicarles todo, solo acompáñenme a casa >> les pidió su madre << Bien, necesito respuestas, estoy muy confundida >> secundo al joven aunque su hermano no estaba muy de acuerdo, y así Angrboda los tomó de la palma de su amiga y se los llevó a su hogar, una comunidad de gigantes dónde todos los gigantes eran personas muy amables, les ofrecieron comida, a su medida claramente y mucha hospitalidad, la comunidad de los gigantes era una gran casa con un fogón en el centro dónde se reunían los gigantes y convivan entre todos por lo que todos los gigantes se enteraron de la visita de los hijos de la gigante.

Rebut: La Viajera del Alba: a través del YggdrasilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora