WANTED || Park SeongHwa & Choi San [ATEEZ]

∞ 07 : El contrato ∞

YeoSang le señaló una mesa en la que sentarse y en dicha zona se encontraba SeongHwa sentado. Llevaba puesto unas gafas de sol y un sombrero para no resaltar de más y, en lo que esperaba, tomaba un café mientras leía un periódico.

SaRang se inclinó un poco ante YeoSang como agradecimiento y se acercó velozmente al rubio.

― Te veo de buen humor ―remarcó el joven sin apartar la mirada de la lectura.

SaRang sonrió ampliamente― La verdad es que más o menos ―se sentó frente a él, mostrando un rostro más serio―. Las cosas no son como aparentan ser, SeongHwa.

El joven se quitó las gafas de sol― ¿Te nos unirás? ―recolocó el periódico.

― No tengo de otra, ¿me equivoco?

Y miró a la joven con compasión― La verdad es que sí ―cruzó sus piernas―, te equivocas ―cerró el periódico―. Convencí a HongJoong de que no hiciera ninguna locura ―le dio un sorbo a su taza de café― y que se disculpara por su actitud de esta mañana hacia tu persona.

― ¿Fuiste tú? ―lo miró sorprendida― Pensé que...

― A ver, tan sólo le dije que se había pasado un poco de la raya ―observó el rostro de SaRang― y me dio la razón ―se acercó un poco a ella, apoyando la barbilla sobre la palma de su mano.

SaRang lo miró confusa― ¿Cómo tienes tanto poder sobre el jefe?

― Si ponemos a HongJoong aquí ―alzó su mano izquierda hasta su ceja―, yo ―se cortó a sí mismo con una sonrisa―... Veo que eres muy curiosa, ¿eh? ―la señaló, carcajeando― Me agradas, SaRang ―detuvo su risa―, así que no te preocupes, no te haremos ningún daño.

SaRang se acomodó en la silla― Bueno, pues si voy a permanecer ilesa, me gustaría saber qué recibiría a cambio de unirme a vuestra secta extraña.

SeongHwa se hizo el sorprendido y silbó― ¿Tan deprisa a los tratos? ―no pudo evitar morderse el labio inferior― Eres muy interesante, querida, y directa al grano, como me gusta ―hizo un gesto con la mano―, pero ¿por qué no te relajas un poco? Aquí no se asoma ni un solo agente policial.

Al terminar la frase, apareció YeoSang con una taza de café en las manos.

SaRang solo suspiró― Gracias, YeoSang.

El mencionado hizo una mueca de susto― ChangWoo, señorita.

― ¡Oh! Perdón por la confusión, ChangWoo ―y rio de forma incómoda mientras YeoSang se alejaba.

― Tendrías protección constante ―habló SeongHwa de forma abrupta, haciendo sobresaltar a la joven―, un techo en el que alojarte, buena comida y, bueno ―tomó un sorbo de su taza―, todo lo que llegues a desear ―dejó la taza sobre el plato―, bajo unas condiciones.

La joven hizo una mueca de disconveniencia― ¿Cuáles son esas condiciones?

SeongHwa se agachó lo suficiente hasta estar a su altura y postró su puño frente a ella.

Alzó su dedo índice― 1: trabajarás con nosotros, sobre todo bajo mi tutela ―levantó el del medio―, 2: no mencionarás nada de lo que harás a nadie ―elevó el anular― y 3: la existencia de tu vida hasta este momento cesará por completo ―se echó hacia atrás, apoyando su espalda sobre el respaldo de la silla.

― ¿En qué se supone que trabajaré con vosotros? ―cuestionó temiendo por su vida.

SeongHwa dejó unos papeles sobre la mesa― Nada de adelantos, querida ―le ofreció una pluma para firmar.