Dylan
A los 15 años y lo que a sido de él desde aquel día en altamar.
Sentía que no podía respirar por el creciente miedo que lo abrumaba. La espalda le dolía de lo mucho que llevaba acostado en el suelo de madera bajo la cama de su padre. Las manos de su hermano mayor sobre su boca, si bien lo mantenía en silencio, le dificultaban respirar y solo hacía que se desesperara aún más.
Cuando se atrevió a abrir los ojos ahora se encontraba en la cubierta del barco y su madre estaba herida a algunos metros de él.
Corrió donde su mami, llorando, pero unos brazos lo alzaron en el aire y comenzaron a alejarlo de ella, no importaba lo mucho que forcejeara, no lo soltaban.
— ¡Mamiiiiiiiii!— su voz salía medio quebrada por el llanto que no cesaba.
— ¡Por favor!— escuchó a su mamá, mientras era arrastrado lejos de sus padres.
— ¡MAMÁ!
Fue arrojado al fondo de una balsa, y aunque le dolió el brazo al golpearse cuando cayó, se levantó rápido y trató de saltar al mar, de regresar al barco, pero de nuevo fue sujetado contra su voluntad. Mientras lloraba, vio como separaban a sus padres, como golpeaban a su papá en la cabeza desmayándolo, como arrastraban a su mamá a otra balsa.
Escuchó que Carlos lloraba y pataleaba a su lado, mientras exigía que lo soltaran.
Fue entonces que pasó lo que más lo había marcado.
Su madre, gritando con todas sus fuerzas y con la voz aguda y quebrada por el llanto, gritando el nombre de su papá, el nombre de su hermano, su nombre.
Luego le siguió el ¡splash! que provocó la balsa en donde estaba al caer al mar.
Abrió los ojos de golpe.
Estaba todo sudado, con las mejillas mojadas por las lágrimas, sus piernas enredadas con las sábanas, que estaban todas revueltas y la respiración agitada.
Se tapó el rostro con las manos, acabada de iniciar su día y ya estaba deseando que se terminara.
Odiaba tener esa maldita pesadilla.
¿Porqué mierda no podía suparlo? Ya habían pasado 8 jodidos años.
Se levantó y se estiró poniéndose de puntillas, haciendo su espalda y hombros tronar, soltando un gruñido.
Afuera, se escuchaba lo de siempre: el fuerte viento, las fraguas, ese pecualiar sonido del metal hirviendo siendo sumergido en agua.
Lo mismo desde hace 8 años, cuando pisó tierra por primera vez. Lo recordaba todo perfectamente, su padre decía que se debía a que había sido un trauma para él.
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I see it in Your Eyes
FantasyNegro. Marrón. Verde. Azúl. Gris. Rojo. Violeta. Blanco. Un color diferente, un pueblo diferente. No importa de qué color sean tus ojos. No importa de dónde sean tus padres. No importan ni tus sueños, tus esperanzas o tus anhelos. Todos estamos cond...