What If... || Roberta y Diego || Rebelde

Canadá Parte I

El ambiente en cuarto año estaba completamente encendido en el buen sentido de la palabra, y los chicos planeaban un emocionante viaje a Canadá. La complicidad entre todos sus compañeros era muy notoria últimamente. Ya no quedaba rastro de los días en que todos se llevaban mal, y ya podían compartir como personas civilizadas, incluso ayudándose mutuamente en tiempos de necesidad, como cuando Nicolás Huber se enteró de la enfermedad de su padre o cuando los compañeros becados enfrentaron el acoso de la "Logia", un grupo criminal que actuaba impunemente dentro del prestigioso colegio.

Esta atmósfera tranquila también se reflejaba en la relación de dos estudiantes que antes se llevaban muy mal pero ahora eran cercanas, hasta el punto de que sus círculos las llamaban "hermanitas" en forma de burlas por su cercanía abrupta. Roberta y Mia habían tenido numerosos problemas y malentendidos a lo largo del tiempo desde que se conocieron. Sin embargo, lo que las acercó fue el momento en que Mia ofreció su ayuda y hombro a Roberta, a pesar de la rivalidad que siempre habían tenido, al darse cuenta de que Roberta no estaba bien.

Este acercamiento se fortaleció aún más cuando Mia se enteró de que Roberta estaba embarazada, noticia que la dejó en shock momentáneo, del cual solo pudo salir cuando vio a Roberta llorar desconsolada y sintiéndose sola. Desde ese momento, ambas se volvieron muy cercanas, aunque cada una mantuvo su personalidad distintiva por lo que a veces encontraban puntos en los que podían discutir. No todo podía ser de color rosa, pero al menos se apoyaban mucho que era lo más importante.

Roberta, como espectadora de la relación de amor y odio entre Mia y Miguel, podía dar fe de que ambos se amaban profundamente. Sin embargo, ninguno de los dos se atrevía a dar el siguiente paso, y cada vez que intentaban hacerlo, surgían problemas que los hacían retroceder y comenzar de nuevo lo que se iba reflejando en su interacción en clases, la banda y en todos los lados en los que debían coincidir.  Roberta quería ayudar a Mia a abrir los ojos sobre su relación con Miguel y quizás, de alguna manera, facilitar que ambos superaran sus obstáculos y avanzaran hacia un futuro juntos tal como ella lo hizo con Diego.

El grupo se encontraba en Canadá, y rápidamente se organizaron para disfrutar de actividades juntos para los días posteriores ya que los dos primeros días cada uno lo quería pasar con sus propios grupos de amigos. Nadie hubiera imaginado lo bien que lo pasarían en esos días.

Mia y sus amigas se fueron de compras por la tarde, separándose del grupo principal. Otros, como Roberta, José y Lupita, dieron vueltas por la ciudad e incluso se fueron a patinar para disfrutar la tarde. Lupita emocionada veía toda la nieve y se sentía una niña pequeña de nuevo.

Diego, por otro lado, fue de compras con sus amigos y luego planeaban ir a comer. Estaba constantemente pendiente de su celular, preocupado por si su novia necesitaba algo, lo que sus amigos notaron y trataron de hacer que se relaje un poco y disfrutara del viaje.

-Diego, relájate. Estamos en Canadá uno de los países mas seguros. Roberta está con sus amigas recorriendo la ciudad. No le pasará nada- Giovanni intentó calmarlo.

Diego suspiró preocupado -Por la mañana tenía malestares. Desde entonces, no me ha escrito ni llamado - Su preocupación por Roberta era evidente.

-No seas tan intenso. Deja que Roberta disfrute y déjense un rato. Están juntos todos los días- Tomás trató de calmar a Diego.

-Tienes razón. Ella está con sus amigas. No debo preocuparme tanto-

-Chicos, me enteré de que por aquí hay un lugar para salir por la noche, ya saben, un antro- Giovanni cambió el tema para relajar el ambiente y Tomás y Diego le tomaron atención por completo.

-Podríamos avisarle al grupo y así vamos todos, ¿no creen? - Propuso Diego un poco más relajado.

-Me parece una buena idea. Nos vendría bien distraernos un poco de tantas cosas que han pasado- Tomás apoyó la idea de salir por la noche. Los tres amigos se mostraban entusiasmados con la idea, y rápidamente comenzaron a organizar su salida, enviando mensajes a su grupo para que se unieran a ellos en el lugar que Giovanni les había mencionado.