LA CENA de ensayo fue un torbellino de actividad, y yo dejé a Grace con la hermana menor de Chelsea, Cassidy, en su habitación, después de la comida. Cassidy había aceptado cuidar a la damita de honor que era Grace, a la portadora de los anillos, Gigi, y a la pequeña de tres años que iba a llevar la cola de Chelsea, Mandy. Adoraba a los niños, y a los diecisiete años no había mucho que pudiera hacer en Las Vegas un sábado por la noche. Le di mi número de celular y me fui con Chelsea y el cortejo de la novia, y cinco más de sus mejores amigas a pasar la última noche de libertad con ella. Keith se fue con unos amigos suyos que estaban en la ciudad para un torneo de póker, pero me hizo prometer que lo llamaría al segundo que estuviera regresando al hotel. Le dio un buen apretón a mi culo para dejarme saber lo que quería mientras estuviéramos en Las Vegas.
Empezamos la noche bailando en Studio 54 en el MGM Grand y de ahí mismo la continuamos. Yo no iba a tomar en lo absoluto, pero sabía que Grace estaba en buenas manos y estando en La Franja, ninguno de nosotros iba a manejar.
Caímos en Tryst, y Rockhouse, Pure y Tao, y estábamos tomando unas bebidas más, en otro club con una vista espectacular desde la azotea, cuando Chelsea empezó a colgarse de mí y a decirme cuánto me quería.
—Lo sé, querida —le dije, abrazándola con fuerza—. Yo también te quiero.
—¿Gulf seré feliz? Le miré duro.
—Por supuesto. Amas a Shawn un montón. —¿Es así?
Me reí de su juego de palabras. —Eso espero.
—¿Tú quieres a Keith?
—¿Qué tiene que ver eso con nada? —le sonreí a mi embriagada amiga.
—Yo... ¿es así?
—Aún no —le respondí con honestidad—. Pero lo haré. —Todo el mundo lo quería.
—¡Y deberías! —Lindsay Thompson otra de las damas soltó, inclinándose contra mí—. Es decir, Gulf, ese hombre tuyo... mierda, yo me lo follaría.
Me reí de ella.
—Bueno, gracias Linds, ese sí que es todo un cumplido.
—Mierda, sí —farfulló, besándome la mejilla con torpeza.
—¿Dónde está Beth? —pregunté, buscando por los alrededores a la guía designada, por así decirlo. Ella era la "cuidadora de los borrachos" para la noche. Habíamos hecho piedra-papel-tijera, y ella había perdido.
—Allá. —Señaló.
La mujer en cuestión estaba en el bar ordenando otra Coca-Cola Dietética.
Le hice un gesto con la mano. Ella me sacó el dedo.
Cuando empecé a reírme, trató con fuerza de no sonreírme, así que estaba gruñendo cuando llegó a la mesa.
—Como jodes —dijo con rudeza.
—Awww. —Le sonreí, inclinándome para darle un beso en la mejilla—. Vamos, no es mi culpa que tus habilidades no incluyan saber que siempre doblas papel en la jugada.
Ella me pellizcó un costado, o trató de hacerlo.
—No hay grasa para agarrar.
Flexioné un bíceps para ella.
—Sí, sí, eres muy bonito, pero aun así jodes. Arqueé una ceja.
—Oh, ¿no podríamos tirar esta conversación por la alcantarilla?
—A mí me gusta la alcantarilla.
—¡A mí también! —Chelsea metió su cuchara ruidosamente, poniendo su brazo alrededor de mi cuello, recostándose en mí.
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Otra Vez - MewGulf (Adaptación)
أدب الهواةSeis años atrás, Gulf Kanawut fue a encontrarse con su novio, Mew Suppasit, al aeropuerto, y su mundo se acabó. Mew estaba besando a alguien más y decía estar enamorado. Así que Gulf agarró su corazón partido -y las fotos del sonograma de su hijo po...