Capítulo 183: Tengo dos manos y no quiero estar inactivo.

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 "Lan Lan -" Gu Ying corrió rápidamente con Qin Xiangyang y dijo sin aliento: "Afortunadamente, te alcancé. Mi tía te compró dos pares de ropa y dos pares de zapatos. No sé cuándo te irás.Puedes No volveré hasta ahora, pero no te olvides de tu tía." 

"¡Primo, tú tampoco puedes olvidarme!" Qin Xiangyang levantó su cabecita con voz coqueta, "Yangyang todavía está esperando para comerse el Zan... ... Zan... mencionaste... "

"Zanba, ¿verdad?" Los ojos de Gu Yunlan se convirtieron en lunas crecientes y besó la mejilla regordeta de su prima pequeña.

Qin Xiangdong, quien estaba siendo sostenido por Qin Zhengchu, también señaló su rostro, "Beso... beso..."

Gu Yunlan se hizo cargo de él y estaba a punto de besarlo cuando Lu Shibiao llegó primero.

Lu Shibiao agarró con entusiasmo a Qin Xiangdong y le dijo: "Primo, te llevaré a volar alto".

Qin Xiangdong se rió mientras lo levantaban en alto.

Gu Ying y Qin Zhengchu se miraron y sonrieron tácitamente.

La gente iba y venía por el andén, sonó el anuncio y se disponían a subir al tren.

Gu Yunli se bajó del carruaje en el momento adecuado, sintiéndose renovado.

Sin olvidar guiñarle un ojo a Gu Yunlan, Gu Yunlan le dio el visto bueno a su hermana y se subió al tren uno tras otro con Lu Shibiao.

Al despedirte a miles de kilómetros de distancia, al final debemos despedirnos.

Se despidieron de sus familias a través del cristal.

La nariz de Gu Yunlan estaba amarga y sus ojos rojos estaban ligeramente cálidos.

Las lágrimas cayeron de manera insatisfactoria.

Si te rindes, obtendrás algo. Después de renacer, salvé la vida de mi familia, pero aún así no pude escapar de la separación.

Los familiares entre la multitud también se despidieron vigorosamente.

Las "pequeñas patas" de Qin Xiangdong temblaban alegremente. Qin Xiangyang frunció los labios y fingió llorar. De repente vio a un hombre con el rostro desfigurado mirándolos. Estaba tan asustado que inmediatamente se escondió detrás de Gu Ying.

"¡Mamá, la cara de ese tío da tanto miedo!", Qin Xiangyang dijo que tenía miedo, pero no pudo evitar asomar su cabecita detrás de su madre para mirar.

Los grandes ojos parpadearon y parpadearon, llenos de curiosidad.

Gu Ying siguió la mano de su hija y miró, justo a tiempo para ver al hombre girar la cabeza, dejando solo una cara lateral llena de cicatrices.

Wuwu -

bang, bang, bang, bang -

El tren arrancó lentamente y Gu Ying de repente sintió que le dolía el corazón.

Bajó la cabeza y dijo en voz baja: "A Yangyang no se le permite decir tonterías. El tío no quiere esto. Todo el mundo tiene accidentes"

Qin Xiangyang asintió como si entendiera.

Qin Zhengchu rodeó los hombros de Gu Ying con su brazo y dijo: "Vámonos a casa".

Zhang Huifang y su esposa observaron a la familia de Gu Ying irse, pero aun así miraron el tren a lo lejos con desgana.

Lo mismo ocurre con el señor Lu y su esposa, esta vez se despiden y no saben cuándo se volverán a ver.

Después de que la parte trasera del tren desapareció en las vías, se consolaron mutuamente y se fueron.

##

En el tren.

Gu Yunlan estiró su dedo meñique y enganchó el dedo meñique de Lu Shiqiao.

Lu Shibiao tomó su mano con el revés, la frotó por un momento y dijo: "Tus manos son tan suaves".

Gu Yunlan retiró la mano y dijo con una sonrisa: "Solo tócalo por un momento. Este carruaje está lleno de gente que va hacia el suroeste".

"Tengo un sentido de propiedad". Lu Shiqiao fue muy cuidadoso al tocar. Incluso si estuviera comprometido, sería muy comedido frente a los demás.

Algunas de las personas que fueron al suroeste esta vez fueron voluntarias, mientras que otras fueron forzadas.

En comparación con el primer grupo que no sabía nada sobre el suroeste, el grupo actual ya entendió la situación allí.

Gu Yunlan miró a Shen Yan, que estaba en la esquina con la nariz magullada y la cara hinchada, y levantó la comisura de la boca: "El ataque de mi hermana esta vez está bien. Cuando ella vaya hacia el suroeste, encontraremos una manera de envíelo al campo de trabajo y vea cómo responde". 

"Bueno, siempre habrá una posibilidad". Lu Shibiao ya tenía un plan preliminar.

Pero aún tendrás que esperar hasta llegar a tu destino para implementarlo.

Después de decir eso, le entregó un frasco.

Gu Yunlan lo tomó y echó un vistazo, "¿Semillas de melón?"

Lu Shibiao asintió: "Come rápido, te pelaré un poco".

Gu Yunlan no fue educado, agarró un pequeño puñado en la palma de su mano y lo puso. En la boca de Lu Shibiao: "Coman juntos"

Las semillas de melón eran tan fragantes que Lu Shiqiao se sintió dulce hasta la médula.

Con ella, su poca atención puede hacerlo feliz durante mucho tiempo.

El tren transporta personas con diferentes pensamientos del día a la noche y de la noche al día.

Había muy pocas personas que se conocían bien, pero también hubo personas como Bai Xiaobai que tomaron la iniciativa de saludarlos.

Después de enterarse de que los dos ya habían estado en el suroeste de China, comenzaron a preguntar al respecto.

Le restaron importancia y no apagaron el entusiasmo de todos.

Después de que el tren llegó a la estación de tren West N, todos se bajaron del tren emocionados con su equipaje.

Lu Shibiao cargó todo el equipaje solo y solo dejó que Gu Yunlan llevara bocadillos.

Cinco años después, volvieron a este lugar.

La diferencia con la última vez es que esta vez están aquí para construir el Suroeste.

Gu Yunlan estaba lleno de emoción.

"Shen Yan, por favor, más despacio", dijo con preocupación una chica de cara redonda, cejas pobladas y ojos grandes.

Shen Yan sostuvo la puerta del tren y se dio la vuelta con una sonrisa y dijo: "Está bien, no te preocupes por mí".

Gu Yunlan se dio la vuelta cuando escuchó la voz y arqueó las cejas.

La chica de cara redonda ha ayudado a Shen Yan a bajar.

Los dos hablaban y reían y parecían llevarse bien.

Lu Shibiao bajó la voz, "No mires, no debería sorprenderte que se juntara con otra persona." 

"Tienes razón." Gu Yunlan de repente estiró una pierna mientras Shen Yan se acercaba más y más a su.

Shen Yan no estaba preparado y cayó al suelo con su centro de gravedad inestable.

Gu Yunlan dijo "Ouch": "¿Por qué estás caminando? No viste mis piernas"

Shen Yan miró hacia arriba desde abajo, saltando sus largas piernas y mirándola a la cara.

De repente sintiéndose culpable, se apresuró a decir: "Sí... lo siento, no presté atención". 

"Si pedir perdón es útil, ¿qué quieres que haga la policía?", Dijo Gu Yunlan con cara fría. 

La chica de cara redonda no veía claramente lo que estaba pasando, así que ayudó: "Camarada, por favor perdóname. Está herido y sus piernas son un inconveniente".

"Oh" Gu Yunlan no quiso entrar en detalles aquí "Resulta que es por las molestias en mis piernas. Pensé que era por las molestias en mi cerebro".

"Tú ..." La chica de cara redonda quedó atónita por las palabras: "Camarada, ¿por qué hablas de manera tan desagradable?"

Gu Yunlan miró a la chica "Madonna" y se rió entre dientes: "¡Puedes elegir no escuchar!"

La chica de cara redonda se quedó sin palabras.

Shen Yan estaba asustado y también asustado por Gu Yunli, por lo que no se atrevió a provocar a Gu Yunlan. Inmediatamente dijo: "No vi con claridad, deja de hablar".

La chica de cara redonda se calló enojada y ayudó a Shen Yan a alejarse.

Lu Shibiao preguntó cariñosamente: "¿Está bien tu pie?"

"No." Gu Yunlan flexionó su tobillo, "Estoy hecha de acero y hierro".

Lu Shibiao no pudo evitar reírse, aliviada de saber que estaba bien. .

Justo cuando estaba a punto de darme la vuelta, vi a otra persona con piernas discapacitadas bajando del tren.

Después de quedar aturdido durante 0,0005 segundos, rápidamente se acercó para ayudarlo.

Sólo entonces Gu Yunlan descubrió que el primer amor de su tía, Shen Jinan, también estaba en este tren.

En el camino, ella no lo notó.

Se apresuró a ayudarlo a conseguir sus muletas.

Lleno de dudas, preguntó: "Tío, ¿por qué viniste al suroeste?"

Shen Jinan se puso sus muletas, miró alrededor de las hermosas montañas y ríos y dijo: "Tengo dos manos y no quiero ser un holgazán".

Reborn Koi, traigo cientos de millones de provisiones para contraatacarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora