1.Primera carta a Marilyn

16 1 1
                                    

Santiago, 31.05.2021

Marilyn Birchfield es cineasta, le cuento la historia de Pueblo Esmeralda para idear un guión. Comienzo así:

Después de la muerte de Eduardo mi hermano mayor yo estaba realizando el pesebre que siempre había hecho en mi casa de la montañita ahora lo estaba recreando en un pequeño jardín en la casa de mi mamá y cada día incorporaba otros elementos así que pasaba el día imaginando y contando historias que inventaba sobre ese pequeño Pueblo.

Eduardo falleció un día de los Inocentes 28 de diciembre, yo reciéntemente había vendido la casa de Los Chalets de la Montañita en el Pueblo La Montaña, Cabudare porque quedaba muy distante y decidí salir del lugar donde habitamos muchos años con mis hijos en nuestra casita cuyo jardín fue escenario de esos pueblitos navideños.

Detrás de esa casa en el terreno de atrás "La puerta del Llano" había una casa antigua grande de bahareque donde se habían reunido en tiempos de la independencia Simón Bolívar y las mujeres patriotas que participaron en la gesta por lo cual hay un túnel que comunica por debajo de la tierra con la Catedral del Pueblo Cabudare; en ese  túnel encontraron restos de los vestidos de las mujeres independentistas.

Entregué la casa un 5 de enero del 2016 ¡me quedé sin nada! la negociación para la venta tal como corresponde duró tres meses que coincidían con el último tiempo que viviría mi hermano en esta tierra; me di cuenta de que había que entregar la casa una noche antes, el 4 de enero cuando venía conduciendo por la autopista intercomunal Barquisimeto - Cabudare y vi el cartel de un fletero. Lo llamé y también llamé a Victor, quien, como siempre dispuesto , me ayudó a embalar y recogimos la casa en una noche mientras mis hijos dormían.

Al día siguiente me llevé los "corotos" para la casa de mi mamá y luego de dos días nos mudamos a un anexo; después nos mudamos siete veces más en ese año y en el mes de diciembre volví a hacer el Pueblito Esmeralda en el jardín de mi madre, ese pueblo de navidad con casitas llenas de nieve de la Patagonia, una Aldea encantada de sueños que habíamos recreado en la Montañita para los niños durante tantos años.

La montañita era un lugar muy pintoresco, aquella casa #B 1 ubicada en la esquina de la calle B la hicimos a nuestro antojo y medida; en lo que hubiese podido ser el garaje mandamos a construir una gran cocina con un mesón largo que siempre estaba poblado de niños, comían juntos "los hijos de la Montañita".

La casa se fue haciendo con ideas y visiones de muchas personas, las ventanas eran de vidrio esmerilado, cada uno de un color por lo que  reflejaban la luz en el piso en tonos azul, verde, lila, rosa, amarillo.

Mi hermano Ricardo me diseñó una terraza que  hicimos de piso azul, con tragaluz en bloques de cristal. También había una escalera de caracol que daba a un pequeño santuario con su   campanario donde pendía la campana de cobre que me había traído mi mamá desde la India bendecida por el Avatar Sai Baba.

En las mañanas se escuchaba el tren que pasaba al amanecer entonces Luna la perra dálmata se despertaba, ladraba y yo bajaba para sacarla a pasear, volvía, tocaba la campana, cocinaba el desayuno para los niños, recitaba o meditaba, cantaba, limpiaba, los despertaba para ir al colegio.

Salíamos, nos reencontrábamos cada medio día cuando yo regresaba del trabajo los buscaba al colegio y seguidamente  almorzábamos. Por las tardes iban al Conservatorio de música y  luego de nuevo a la casa, hacer tareas, tomar merienda y ver películas, leer, jugar; se bañaban en la piscina, salían a patear las callecitas de tierra y a  descubrir un mundo de lagartijas, sapos, insectos, mariposas.

Caminaban hasta los rieles del tren, paseaban en bicicleta, corrían, veían pastar las vacas y hacían fogatas. Eran más de doce niños, tejiendo su infancia en esas tierras.

TOMO 7 SENDERO A PUEBLO ESMERALDA. Mis Diarios en Santiago de Chile. Where stories live. Discover now