5. Final de cartas a Marilyn

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El día que hice el primer cheque para pagar el terreno llegué a la casa de mi mamá, que casi no le hablaba, pues por la muerte de Eduardo fueron tres meses que pasé en silencio y sin hablarle a mi mamá, ni a mi papá. Sólo hablaba cosas muy puntuales con mi mamá.

Mi mamá me dice: "Mira, te tengo algo que me acaba de llegar" Justo ese día en que yo hago el primer cheque para pagar el terrenito llegue a la casa de mi mamá y me dice: "tengo algo para ti que me trajeron" y me da una cajita donde había un rosario de cuentas de rosas de la Virgen de Guadalupe.

Pasé mucho tiempo trabajando en la construcción del domo muy sola y sin hablar casi con nadie, ese mutismo y soledad se acabó una noche que estaba sentada en una hamaca que tenía en esa casita de CapaUpel (pasaba sentada las noches en la hamaca pensando en Eduardo).

Teníamos un gato, un gatico que habían conseguido los muchachos, Simón y Andrea, se los habían regalado, se llamaba Mico. El gato tuvo un accidente y Andrea le puso Violeta de genciana para la cicatrización y como el gato era blanco cuando Andrea salió a jugar a mí me provocó pintarlo completo y lo rocié y quedó morado.

Entonces el gato ahora era morado y toda la urbanización, los niños venían a ver el gato morado y yo le cantaba: "El gato que está triste y azul nunca se olvida que fuiste mía" y ese fue mi acompañante en las noches terribles de tanta tristeza, pero una noche yo sentí que Eduardo llegó.

Eduardo llegó a hablarme y me habló mucho (siento que me transmite a la mente pensamientos) Me dijo que recordara cuando éramos pequeños que recordara todo, que perdonara todo, que ellos no tenían la culpa que todo había sido producto de la vida y estuvo hablándome hasta el amanecer.

Amanecí hablando con Eduardo y cuando voy a la cocina conseguí en el piso el mazo de un mortero de madera que estaba colocado arriba que nadie podía haber sacado, pensé: esta es la prueba de que Eduardo estuvo aquí
"Mira si tú dudas de que fui yo quien te transmitió todo te dejo esto para que sepas que fui yo". Era imposible que alguien sacara ese mazo del mortero.

Volviendo a ese 21 de diciembre, día del Espíritu de la Navidad creo que allí pudo abrirse un portal de otra dimensión. Yo lo leí luego en un libro de chamanismo que explica el fenómeno, apertura de portales en la tierra en noches de solsticio.

¿Se abrió un portal de otro mundo desde donde emergen esas historias de una Ciudad Diamante que existe en el centro de Pueblo Esmeralda?

Allí habitan gnomos, duendes, magos, hadas, elfos, ondinas, sirenas, centauros, pegasos, unicornios y muchos seres míticos.

Cuando me vine a Chile una noche mi mamá me llamó y me dijo:

"Soñé con el Duende guardián de Pueblo Esperanza, me decía que los duendes estaban cansados de estar metidos en el baúl, que querían que los sacaran a la luz".

Entendí que debía editar y llevar las historias de Pueblo Esmeralda y Ciudad Día-Amante a la luz.
Las hadas debían volar.

Apareció la Editorial ¡y salió Pueblo Esmeralda! Gracias a la comprensión de esa bella Directora Sue Carré, de Estrofas del Sur.

Son las 12:00 pm de hoy 5 de marzo del 2021, terminé de pasar en limpio este manuscrito y cuando coloqué el último punto final entró a la tienda una señora con su hijo buscando algunos productos veganos para probar.

La señora tenía tatuado en el brazo izquierdo un unicornio verde y en su pierna una linda hada.

¿Existen? Seguro...

Siempre volando...

de que vuelan ... vuelan.

TOMO 7 SENDERO A PUEBLO ESMERALDA. Mis Diarios en Santiago de Chile. Where stories live. Discover now