3. Tercera Carta a Marilyn

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Hicimos una negociación para la venta de la casa de la Montañita que no salió muy bien porque la persona a la que le vendí realizó una solicitud de crédito al banco por lo que debía esperar tres meses para ser aprobada y durante ese tiempo yo no me atrevía a asumir una deuda ya que si a él no le aprobaban el crédito, yo podía quedar enredada por lo cual no me busqué un crédito, ahora veo que fue favorable lo que hice pero en el momento pensaba que había fracasado en la negociación, al final fué mejor lo que ocurrió.

Allí decidí hacer algo con el dinero porque necesitaba resolver otra vivienda. Además la muerte de Eduardo era una vivencia que me superaba y no atinaba a pensar bien. Una noche desesperada sin saber qué hacer me fui a rezar a implorarle piedad al gran hacedor, al día siguiente llegué a la universidad y hablé con María Eugenia Santalis que era la secretaria de la Unidad de Desarrollo y Bienestar Estudiantil donde yo trabajaba y era siempre muy diligente asistiéndonos con los temas de pagos e impuesto sobre la renta.

Le hablé contándole mi problema y ella sin poder darme una respuesta me dijo: "Mari rézale a la Virgen de Guadalupe ¡pero arrodíllate!" Esa noche me arrodillé ante la santa y oré implorando una salida.

Al día siguiente venía pasando por Santa Rosa el Pueblito de la Virgen Divina Pastora y fui a la Iglesia buscando un poco de consuelo. Eduardo había sido como mi papá, el dolor me afectaba y además el tema de mis finanzas y la casa, estaba en un caos.

Así que en una esquina vi a un señor y sin más ni más le pregunté si él conocía de la venta de terrenos, si sabía si por allí había alguno en venta; por cosas milagrosas el Señor me señaló hacia la mitad de la calle diciéndome: "allí hay una señora que vende un terreno"

Se me ocurrió comprar un terreno y hacer una casa prefabricada, dije: "Con el dinero de la venta haré una casita sencilla" ¡Cuando el hombre me dijo que allí mismo! sentí que estaba ante un milagro de la Virgen de Guadalupe o la Divina Pastora, que son la misma.

Yo voy y le digo a la señora:"mire me dijeron que por aquí venden..." "bueno, si" me empieza a contestar la señora, una mujer joven como de unos 45 años Jorgelina Palma, después nos hicimos amigas, "si yo estoy vendiendo un terrenito aquí porque este terreno grande lo estoy seccionando y vendo este pedazo pero ya se lo vendí a mi sobrina que está en Mérida lo que pasa es que ella no me ha pagado. Yo no sé, si usted quiere vuelva a pasar" Y yo volví a pasar hasta que me empeñé y pasaba cada tarde, finalmente conseguí el terreno, Jorgelina me lo vendió.

Me vendió un pedacito de terreno como de 8 metros por 8, era como 8x10 entonces dije : "aquí voy a hacer una casita". Busqué por internet casas prefabricadas y consigo los domos geodésicos.

Toda la vida había soñado con una casa redonda, es más, yo diseñé una casa redonda cuando tenía 14 años. Cuando veo el domo geodésico me encantó, me fascinó y de paso cuando busco el teléfono del arquitecto que pensé que estaba como en Alemania o en Holanda, el arquitecto vivía muy cerca cruzando la pasarela hacia los lados del cementerio de Santa Rosa.

Entonces fui y me instalé con ese hombre a hablar y ese hombre me construyó el domo geodésico.

La construcción del domo está en un video que él subió a internet donde se publicita se llama: Arquitectura Martínez y Parillit muestra esa parte de la historia en bloques, crudo, en gris.

Fueron tiempos difíciles pero como todo ... Pasó.

Así que la construcción del domo se realizó, nos enfocamos en hacer una vivienda pero con el curso del tiempo me doy cuenta de que ahí no podemos vivir porque es una calle riesgosa, el sitio es bueno y tranquilo pero aun así podía ser peligroso.

Empiezo a pensar que debía tener cuidado con los muchachos, mi mamá me decía que yo no podía llevar a mis hijos a vivir allí y entonces decidí cambiar de planes, rediseñamos la parte interna del domo, no se cerraron las habitaciones sino que se convirtieron en un consultorio múltiple que tenía 3 secciones de trabajo.

Esa construcción fue difícil y costosa pero finalmente ahí está ese domo geodésico en Santa Rosa que fue mi consultorio, la gente se sentaba en hamacas para esperar la consulta y eso era fascinante, también aterrizamos un Proyecto, espacio muy bonito donde estuvimos trabajando con los niños. Una chica música lo llamó: Planeta de Luz .

TOMO 7 SENDERO A PUEBLO ESMERALDA. Mis Diarios en Santiago de Chile. Where stories live. Discover now