¿Qué pasó? ¿Celoso? - Titopo One Shot (+15)

¿Y si fuese al revés?

Sabemos que Topo es muy posesivo, pero...¿Y Roberto?

(Esto pasó semanas después del anterior capítulo)

2:30pm

-¿Hola?- Habló, esperando que la voz a través de la línea le contestara, y cuando lo hizo, reaccionó con felicidad.- ¡Epa! ¡Hola! ¿Cómo estás? ¡Tanto tiempo!-

Roberto, quien estaba viendo toda la escena desde el sillón del de lentes, no pudo evitar sonreír por la felicidad del contrario.

-Sí, sí...-Continuó hablando por teléfono.-¿Eh? ¡Pero claro! Vos decime cuándo, no tengo problema.-

Eso generó duda en el vocalista, sentía una pequeña necesidad de saber de qué, y más importante, con quién hablaba su pareja.

-Ah...¿hoy? ¡Obvio, obvio! Cae nomás en el estudio, tranqui. Es a eso de las 4, ¿ta? -Dijo animado.-Dale, dale. Nos vemos en un ratito, ¡chau!-

Colgó la llamada y se sentó, abrazando la cintura de su contrario, quien moría de ganas por saber.

-Se veía entretenida la charla.-Soltó. Gustavo solo lo miró.-Y...¿Quién era?- Trató de sonar lo más casual posible.

-Ah, era Pedro.-Al ver que Musso lo observó confundido, prosiguió.-Pedro Dalton, el vocalista de "Buenos Muchachos".

-¡Ah! Tu antigua banda, ¿no?-Preguntó, Antuña asintió alegre.

-Sí, y dijo que quería verme, bueno, vernos. Quería saber cómo vamos con el tema de la banda.

-Ah...Mirá qué bien...¿Cuándo?-

-Eh...Hoy, aparte...-Se quedó quieto, ni siquiera le había preguntado a los demás si no tendrían problema con eso. Estaba tan emocionado por ver a su amigo de nuevo que se le había olvidado.-¡Mierda! ¡Hay que hablar con los demás!-

-Uy, cierto, de igual forma no creo que tengan problema. Aunque sí, habría que avisarles.-Expresó.

-Sí, tenés razón, tengo que hablar con ellos, la puta madre.

Se acomodó otra vez en el sillón, soltando la cintura de Roberto para hablar con más comodidad.

Les explicó la situación a los demás integrantes, quienes empatizaron mucho y le dijeron que no había problema.

Cortó la llamada y dejó su celular en la mesa.

Miró unos segundos a Musso, quien se limitó a sonreírle de forma forzada, pero no incómoda, por el silencio que se generó.

Lentamente, se fue acercando hasta quedar a un par de centímetros, su contrario hizo lo mismo.

Y cuando Gustavo menos lo esperó, Roberto se lanzó hacia él, abrazándolo y quedando entre sus piernas.

Antuña solo se limitó a reír y acarició los rulos de su novio con cuidado.

Se quedaron así un rato hasta que cayeron dormidos, compartiendo el calor que emanaba de sus cuerpos. Era increíblemente cómodo.

Lo que para ellos fueron un par de minutos, para quienes estaban conscientes fueron horas, tanto así que cuando se despertaron ya era hora de irse.

-¡Dale Rober! ¡Nos tenemos que apurar!- Gritaba desde la puerta.

-¡Perdón, ya voy!-Se escuchó una voz un par de habitaciones más lejos.-Es que no encuentro mi cinturón gris.

Pasaron un par de segundos y Musso llegó corriendo hacia la puerta.