HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE.

Capitulo 2: Heridas

–/Pasaron dos semanas de que mi papá se fue de la casa, mi mamá dejo de comer y siempre se la pasaba en su cuarto, en esas dos semanas no salió ni siquiera a darme de comer, no quería verme ya que yo le recordaba a mi papá, mi hermano se hizo cargo de mi por un tiempo, el dejo de ir a la universidad por atenderme mientras mi madre siempre lloraba en su habitación.

(...)

–¿No vas a comer? -Me pregunto mi hermano.

–No tengo hambre, me siento mal hermano. -Le dije cabizbaja.

–Mija, te sentirás mejor en un rato, por favor come algo. - Lo decía preocupado.

–Gabriel, mi papá me dejó, no solo a mi también a mí mamá, mi mamá no me quiere ver solo por qué le recuerdo a el, quiero que nuestra familia vuelva como antes.

–Mija, cuando mi mamá estaba con mi papá así de feliz era yo, pero, se separaron, yo no estuve triste, de hecho yo y mi mamá logramos mucho, mi mamá con sacrificio hizo la casa en la que vivimos. Se fue a trabajar para darme algo que comer. Yo llegando de la escuela le limpiaba la casa, con un hombre o no, ella aprendió mucho y se hizo más fuerte, así que no te preocupes por mi mamá, ella va a estar bien, cuando te deje a la escuela yo me encargo de hablar con ella, ¿Si?.

–Mmm, está bien. –Le dije.

– Entonces ponte a comer para que no te vayas con el estómago vacío.

–/Tome el tenedor y comencé a comer lo que mi hermano me preparo, me comí la mitad de la comida, me levanté de la mesa y tome mi mochila.

–Ya no tengo hambre, mejor llévame ya, por favor.  -Le dije con una voz muy temblorosa.

–Bien -Me dijo el, mientras tomaba las llaves del auto.

–/ Salimos de casa y entramos al auto, mi hermano lo arrancó y me llevo a mi escuela.

–¿Vas a estar bien? –Me dijo mientras el conducía.

–¿Por que siempre me preguntas eso? Claro que voy a estar bien. -Le dije mirando a la ventana del auto.

–Mmm, está bien. –Me dijo algo triste.

–/Tiempo después llegamos a la escuela, yo tomé mi mochila y me bajé del auto.

–Buena suerte.. –hizo una pausa. –Cuando llegues a casa, quiero hablar contigo y con mi mamá.

–Si. –Le dije.

–/Mi hermano se fue y yo entré a la escuela, estaba desanimada, yo quería ver a mi mamá, quería abrazarla, pero ella no tenía ni la mínima intención de verme.

(...)

–Entre a mi salón y me senté en un pupitre, todos me miraban, no dude en mi peinado, ya que lo hizo mi hermano, durante las clases no puse muy bien atención, la profesora me regañaba siempre, solo quería irme.

–Sorayita, ¿Estás bien? –Dijo la miss.

–Si, por qué lo dice.

–Estas últimas dos semanas no me haz puesto atención, tampoco sales a jugar con tus amigos, cada día vienes mal peinada y estás más delgada, ¿Ay algún problema en tu casa? –Me dijo algo preocupada.

–No, ninguno. –Mire el suelo.

–Si es así, entonces tendré que hablar con tu mamá, mañana la quiero a la hora de entrada.  –Dijo eso para poder retirarse.

–« Quiere hablar con mi mamá, ahora que puedo hacer, ella no va a aceptar »

–/Se acabaron las clases, tome mi mochila y  salí de la escuela, camine hasta mi casa y ahí vi el auto estacionado de mi hermano, corrí y abrí la puerta, estaba una mujer, al parecer era la novia de mi hermano. Ella se levantó y corrió a saludarme, se me hizo extraño ya que el nunca nos presentó a esa chica, más que a la madre de su hija.

–Hola, linda. Mi nombre es Melissa, soy la novia de tu hermano.

–Hola, me llamo Soraya. –Le dije.

–/Mi hermano no se veía, volteé a buscarlo y ahí lo vi con mi mamá, mi mamá por fin había salido de su cuarto, ella se sentó junto a ellos, a mi ni siquiera me dirigió la palabra.

– Mamá, te agradezco mucho lo que hiciste por mi en estos años, pero creo que ya es tiempo de que yo me vaya de la casa, me iré a vivir con Melissa, ya que ella... –Hizo una pausa. –Ella, está embarazada.

–Vaya, un nieto más, muchas felicidades a ambos. –Dijo eso para poder levantarse.

–/Ella caminó a su cuarto y mi hermano la alcanzó, al parecer le molestó.

–Mamá, quiero hablar contigo.

–Dime. –Lo miro.

–Quiero que ahora que yo ya no esté, salgas y convivas con Soraya, así como antes, ve a pasear, desquita todo tu enojo y tristeza fuera de tu cuarto, se que puedes mamá, gracias por todo. –El la abrazo y camino hacía Melissa.

–/Mi hermano camino hacia mí y me tomo de los hombros.

–Mija, cuídate mucho, cualquier cosa me llamas al número de mi mamá, te quiero mucho.

–No, por favor, no quiero que tú me abandones ahora, yo te necesito, por favor, si no te puedes quedar, llévame contigo.

–No puedo, Mija, tienes que quedarte con mi mamá.

–Pero ella ni me necesita, ni siquiera me mira. –Le dije sollozando.

–Si te necesita, eres su hija, dale tiempo para que se mejore.. -suspiro- tengo que irme todos los fines de semana vendré por ti, te lo prometo.

–Me abrazó y me besó la frente, camino juntó a Melissa, ambos se fueron y yo me quedé sola con mi madre.

–/Pasaron tres días, mi madre por fin salió, yo estaba en la cocina cuando de pronto escuché que me llamó.

–Soraya..

–¿Mami? –Me levanté y caminé hacia ella.

–/Era una gran felicidad la que sentía, corrí para abrazar a mi madre, pero, al parecer ella aún seguía molesta, cuando me acerque, ella me golpeó el rostro, el golpe que me dió me lastimó mucho, mi nariz sangraba, la mire con tanto terror, mi madre me había golpeado.

–Mamá, por qué hiciste eso. –Le dije llorando.

–Tu, tu eres la culpable. . . –Me miró con una mirada tan escalofriante. –¡Tú eres la culpable!

–/Me grito y se lanzó a mí, me golpeó bastante fuerte, sus golpes se volvían más fuerte cada vez, creí que moriría, solo lloraba, no sabía cómo defenderme,  me golpeó por unos minutos más, después de eso ella me dejo y corrió a su habitación, sus golpes me habían dejado moretones.

–Por que lo hiciste, mamá... –Dije bastante adolorida.

–El tiempo paso y cada día era un golpe más, deje de asistir a la escuela, me encargue de hacer la comida y limpiar todo, mi madre solo estaba para golpearme, los golpes con el tiempo se hicieron heridas, heridas que dejaron marcas, mi madre obedeció a mi hermano, ella desquitó su irá fuera de su habitación, siendo yo la afectada.