- 𝐟𝐨𝐮𝐫

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Los adolescentes corrían a través del Palacio de Cristal buscando a Annabeth y a Grover

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Los adolescentes corrían a través del Palacio de Cristal buscando a Annabeth y a Grover. Los cuales se encontraban en los jardines del Palacio acompañados por Sally y Adhara tomando el té. Annabeth se encontraba leyendo un libro mientras que Grover tocaba su flauta; al ver a Arya y Percy, sus rostros se iluminaron de alegría. El ritual había sido un éxito.

— ¡Chicos! — exclamó Annabeth, levantándose y corriendo hacia ellos. Grover la siguió, sonriente.

Annabeth abrazó a Arya con fuerza mientras que Grover abrazaba a Percy.

— ¡Lo lograron! — dijo Grover.

— Lo hicimos — respondió Percy sonriendo. — Fue increíble en todos los sentidos.

— Nos tiene que contar cada detalle — dijo Annabeth, sus ojos se iluminaban de la emoción.

— Claro, tendrán todos los detalles — respondió Arya.

Se podía notar la alegría que los cuatro emanaban, eran un momento que los cuatro querían congelar y quedarse ahí para siempre.

— ¡Tienen que ver nuestras marcas! — exclamó Percy emocionado, mostrando su antebrazo izquierdo, donde se encontraba su marca de Hermanos alma.

Su marcar consistía en un sol y una luna, pero la luna también representaba una ola. Esto se debía a que cada marca de Hermanos Alma tenía una marca diferente del sol y la luna.

Arya hizo lo mismo que Percy, mostrando su marca, era igual a la de Percy y el sol sus rayos representaba el fuego.

— Son asombrosas — dijo Grover, admirando las marcas, representaban totalmente a sus amigos. — Los representa totalmente.

Ambas mujeres mayores observaban a los adolescentes, en sus miradas se podía notar su felicidad y orgullo por sus hijos. Adhara estaba feliz por su hija, al fin había cumplido uno de sueños; ver a su hija feliz la hacía feliz a ella. Miraba su marca de Hermanos alma, la cual compartía con su querida Luna Lovegood, y miraba a su hija y recordaba a su ceremonia.

En cambio, Sally no entendía muy bien el ritual de Hermanos Alma, pero su dulce hijo estaba feliz y eso era lo único que importaba.

— Arya, Percy — llamó Adhara.

Ambos se dirigieron donde se encontraban, sus madres.

— Estoy feliz por ustedes, niños — dijo Adhara. — Después de casi un año de pedir ser Hermanos alma, lo lograron.

Adhara se acercó a ellos y los abrazo a los dos. — Me alegra tanto que estén aquí mis niños, tenía miedo de perderlos. — Adhara no solo se refería al ritual y si no que también hablaba sobre la guerra.

— Estamos aquí mamá — dijo Arya.

Cuando el abrazo termino, Sally se acercó a los dos y los abrazo. Duro poco el abrazo, pero transmitía mucho.

EFÍMERO | Albus S. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora