lour sexy

jodida mujer

Movimientos debajo de la sábana y ya deduzco su plan.

Una mano traviesa se entremete en mi tanga para encontrar mi humedad.

-Mojadita, ¿por mí?-Preguntó.

-¿Por quién sería?

Sentí sus dedos curiosos recorrer todo el espacio, conociendo ya de memoria qué movimientos me gustan y la manera de sacarme gemidos.

-¿Te despertaste provocadora?

-Me desperté con ganas de sacar provecho a mi día libre. Voy a devolverte cada gemido, cada gota de placer y cada momento de humedad. Vas a sentir todo lo que puedo hacerte, amor-Respondió. Se la notaba muy caliente y que hacía tiempo quería darme eso que tanto deseaba.

-Hazlo, soy tuya.

Introdujo sus dedos muy lentamente, provocando, pero con el tiempo, fue aumentando su fuerza y su rapidez. De un momento a otro, me tenía gritando su nombre y sintiendo cada centímetro de sus dedos dentro de mí.

-Oh, Lour, má-á-ás.

-¿Más, amor?

-Dios, Lourdes, SIIIIII.

Y ella siguió metiendo y sacando sus dedos dentro y fuera de mí. Mis gritos de placer se hacían oír hasta fuera de nuestra casa. Mi mujer, siempre tan pecaminosa y lujuriosa, adoraba eso, que la gente que pasaba escuchara lo satisfecha que ella me dejaba. Pero esto solo era el inicio.