¡Oh, Isabella!

1 1 0
                                    

¡Oh, lejana estrella! ¡Oh, Isabella!
Por ti paso las noches en vela.
Por ti alba tras alba cojo un papel
y escribo poemas dejándome la piel.

¡Oh, mi luna, mi luna!
Brillas a todas horas
tanto como la aurora
y te miro en cada una.

Envidia sienten todas las diosas
pues tu melena negra y sedosa
cae como hermosas cascadas
sobre tus bellas curvas marcadas

Adoro admirar tu pequeño lunar,
ese que tienes debajo del ojo,
ese que siempre me obliga a mirar
a tus iris castaños, peligrosos

¡Ay! Ni hablar de tus labios rosados
que se asemejan a un corazón.
El mismo que me has robado,
a ese ya no le queda salvación.

¡Oh, Isabella! Eres como el fruto prohibido
que sin poder evitarlo necesito.
Santo día el que me llegó por equivocación
y probé un poco de su sabor dulzón.

¡Dios sálvame de esta maldición!
Que me tiene al borde de la perdición.
A ella le dedicaría hasta mi último aliento.
¿Acaso es amor esto que siento?

poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora