Maldito destino [Nameverse] [GoYuu]

Mala suerte

Había huido del interrogatorio de su hermano, después de todo era un pésimo actor, además Sukuna lo conocía muy bien y cuando empezaron las preguntas respecto al inusual parche que usaba, se puso nervioso y enredo todas sus excusas.

No tuvo otra que huir.

Lo había ocultado tan bien detrás de un parche, desde que había aparecido el nombre de su destinado en su ojo, pero aún no estaba seguro del momento preciso donde se encontraron o tuvieron contacto.

Yuuji estaba seguro que no conocía a un tal Satoru Gojo.

Itadori seguía asistiendo al instituto y no estaba involucrado totalmente con los asuntos de su familia o también conocido como el clan Itadori, a pesar de ser uno de los nietos del líder, todo gracias a la intervención de su abuelo y su insistencia de tener una vida "normal", pero aun así estaba al tanto de los enemigos de los que debía tener cuidado.

Y entre ellos estaban los del clan Gojo, justamente el mismo apellido de su destinado.

Si su familia se enteraba, no estaba seguro de lo que haría su despiadado hermano mayor Sukuna, pero si el clan rival descubría su conexión con quien se supone era el grupo enemigo, estaba seguro que sería su fin.

Ambas familias ya habían tenido un suceso similar, donde término con la muerte del gran Suguro Geto, amigo de la infancia y mano derecha del actual líder del clan Gojo y fue el propio líder quien acabo con la vida de su único amigo.

Él no sería la excepción. No cuando ellos ni siquiera se habían encontrado frente a frente de manera correcta.

Pensó seriamente arrancarse el ojo, pero temía más que ese maldito nombre volviera aparecer en una parte mas visible de su cuerpo, no iba a arriesgarse.

¿Y si mataba a su destinado?

Estaba al tanto de que sufriría por la pérdida, después de todo era como desgarrar el alma, pero quizá así el nombre que usurpaba su ojo se borraria y estaba confiado en que podría soportar o acostumbrarse al dolor.

Tenía que ser rápido, sabía de los rumores que envolvían a su alma gemela, sería difícil, pero más complicado sería que lo recibiera con los brazos abiertos.

Después de todo, los destinados no siempre se encontraban y conoció gente que murió sin tener un grabado. Hubiera querido que su destinado fuera alguien común o tranquilo, como Fushiguro o Nobara que eran sus amigos cercanos.

Aunque Nobara ya tenía su marca y eran muy unidas.

Algo que le enseño su abuelo, es que en los miembros del clan Itadori deben proteger o ocultar el nombre de su destinado porque era considerado tener una debilidad y nadie debía saber la debilidad de otro, así que estaba seguro que Gojo Satoru no revelaría tan fácilmente que su destinado era nieto de la familia rival, tenía tiempo...

O eso pensó.

Estaba siendo retenido de rodillas por varios sujetos, Yuuji no era débil así que no habían logrado derribarlo completamente, estaba preparándose para pelear como Sukuna lo había entrenado en caso de sentir su vida en peligro, cuando alguien apareció por una amplia puerta, un ser alto y brillante que tomó su rostro con rudeza para quitar el parche que aún cumplía su función.

Su visión del ojo cubierto tardo en enfocar la cara de quien tenía su mano abriendo su párpado.

- Así que ahí estaba escondido - Yuuji sintió desagradable la mano que esta vez pasaba suavemente por encima de su pómulo.

Era él, ojos celestes y cabello blanco, no fue difícil saber quién estaba frente a Yuuji, sobre todo cuando a la vista se encontraba su propio nombre grabado debajo del cuello del sujeto y eso solo lo enfureció, había pensado mucho en como deshacerse de ese destino, mientras que Gojo Satoru lo atrapó con tanta facilidad.

Lo que Yuuji no sabía, es que Satoru Gojo lo tenía en la mira por un poco más de tiempo, iba para ser el regalo perfecto para su enemigo favorito, pensaba destrozar cada una de sus extremidades, sacarle los ojos y arrancarle la cabeza para ponerlo en una cajita con moño.

A Gojo poco le importaba que fuera un inocente civil o un drogadicto callejero, solo le importaba su gran parecido a Itadori Sukuna y la clara amenaza que llevaría el enviarle un presente de esa categoría.

Incluso para que sea un regalo más especial, Gojo Satoru en persona sería quien atraparía a su víctima, reconoció a que instituto asistía por el uniforme con el que lo vio una vez, fue fácil infiltrarse con un disfraz de conserje para secuestrarlo, había listado todo para sacar el cuerpo pero un simple roce entre sus cuerpos por un pequeño tropiezo y una rápida disculpa de parte del chico, ahí lo vio, en su ojo, su nombre, ese niño que tenía que ser su presa era su destino.

Ese día falló con su plan debido a que todo el bendito tiempo, aquel muchacho iba acompañado, ni siquiera para ir al baño lo dejaban solo, no fue paciente y se retiro, sobre todo tenía que saber si había aparecido el dichoso grabado en algún lugar de su cuerpo.

Ahí estaba, a simple vista, por encima de su pecho estaba tatuado el nombre de "Yuuji Itadori", el niño Itadori sin duda seria era el regalo ideal para Sukuna.

Nanami no tenía que enterarse, saldría con un largo sermón y no tenía ganas de escucharlo, alistó a sus espaldas algunos de sus hombres para la misión. Necesitaba a gente para aislar a Yuuji siquiera por unos minutos.

Y lo logró, ahora mismo tenía a su merced a su alma gemela, un chico tenía una mirada asombrosa, la cual le advertia que en cualquier momento saltaría para arrancarle un trozo de su cuello.

Era como un gatito arrinconado, que bonito.

- Mi destinado... - ¿Valdria la pena destrozar esa carita? ¿O podría quedarse con él? Ya lo pensaría más adelante, de momento iba a disfrutar el encontrar a su preciada alma gemela - Te he encontrado -.

Yuuji maldijo su mala suerte.

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(Todo empezó por esta imagen)

(Arte: @aeloveae_  en Twitter o x)