El cielo empezaba a nublarse y las grandes gotas de agua no tardaron en caer, las personas entraban a las tiendas, a sus autos o sacaban sus paraguas para refugiarse de la fría lluvia.
El cielo empezaba a nublarse y las grandes gotas de agua no tardaron en caer, las personas entraban a las tiendas, a sus autos o sacaban sus paraguas para refugiarse de la fría lluvia.
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Una figura vestida de negro se encontraba regresando al que era su hogar con una bolsa blanca que contenía diversas sopas instantáneas cuando de la nada comenzó a llover haciendo que el joven buscará refugio frente a una cafetería la cual tenía un techo lo suficientemente grande como para que evitará que el chico se siguiera mojando.
El muchacho se sentó sobre la acera, bajo la capucha que cubría su cabeza dejando ver sus cabellos celestes, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón buscando su celular; en el momento en que lo halló marco el primer y único contacto que tenía esperando a que alguien atendiera al otro lado de la línea pero eso no pasó, lo intento tres veces más teniendo el mismo resultado, buzón de voz. - Maldita sea Kurogiri - grito el peli celeste mientras aventaba su celular y comenzaba a rascar su cuello.
De repente siente unas pequeñas manos tomando su brazo derecho haciendo que se sobresalte y empuje al dueño de esas pequeñas manos. - !¿Que demonios crees que estás haciendo?¡ - grito un niño peli cenizo mientras empezaba a hacer explosiones en sus manos y se colocaba enfrente de un peli verde que se encontraba tirado en el suelo.
El peli verde se levantó lentamente del mojando piso, se acomodo su impermeable amarillo y se volvió a acercar al peli celeste siendo detenido por el otro niño. - No te acerques, podría volver a hacerte dañó - intento detener el peli cenizo; sin embargo fue ignorado por el otro niño el cual siguió su camino hasta llegar al preadolescente.
En el momento en que estuvo frente a el estiró sus pequeños brazos mostrando el celular que anteriormente el peli celeste había arrojado a causa de un berrinche, arrebato el aparato el aparato de las manos del peli verde importandole poco si lo llegaba a dañar.
El pequeño peli cenizo gruño al ver la reacción del mayor. - Vamos deku ya le entregaste a ese estupido su celular - ordenó el niño. - Pero kacchan, está herido - comento el peli verde mientras apuntaba el cuello del preadolescente. - Eso no importa deku, el te empujó y no le importo si te lastimaste - gruño el otro niño. - Yo quiero ayudarlo kacchan - dijo el peli verde mostrando una mirada llena de determinación haciendo que el peli cenizo solo pudiera chasquear la lengua.
En lo que los niños tenían su mini discusión el mayor se limitaba a escuchar con irritación mientras pensaba a cual de los dos niños desintegraria primero. - Ni se te ocurra hacerle daño a deku o te volaré la cabeza - amenazó el peli cenizo.
El peli verde se volvió a acercar al peli celeste, llevó sus manos a la nuca lastimada del mayor, y activó su quirk haciendo que una luz verdosa envolviera sus manos y la zona que deseaba curar. Mientras eso sucedía el preadolescente ya estaba listo para tocar al niño con sus cinco dedos y hacerlo polvo pero se detuvo al ver aquellos ojos verdes llenos de determinación; bajo su mano y dejo que el niño siguiera con su trabajo mientras observaba las facciones del peli verde, hasta que sintió una mirada de odio intenso dirigida a su persona, dejó de ver al niño que lo curaba para buscar al dueño de la mirada encontrando al otro niño en una posición defensiva mientras le dirija dicha mirada; el chico como buen preadolescente que no se deja intimidar por un mocoso le regreso la mirada con la misma intensidad.
- Termine - grito alegremente el oji esmeralda sacando a los otros dos de su enfrentamiento de miradas. El mayor sus manos a su nuca dándose cuenta de que ya no estaban sus cicatrices. - El tiempo de sanación se redujo kacchan - dijo el peli verde muy alegre mientras el peli cenizo acariciaba su cabeza con cariño y orgullo. Por alguna razón la cercanía que mostraban los niños le molestaba mucho al peli celeste; pero decidió no tomarle importancia. - Muy bien deku, ahora vámonos o la vieja bruja me matará - dijo el peli cenizo mientras tomaba la mano del otro niño y se lo llevaba del lugar todo bajo la atenta mirada del preadolescente.
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- Joven Tomura ¿Cómo le fue con las compras? - pregunto una niebla que vestía un traje elegante mientras limpiaba un vaso. El preadolescente solo lo miro de mala gana y después dijo. - Quiero que para mañana me traigas toda la información de un niño peli verde con ojos del mismo color, piel lechosa y alas blancas; su nombre es deku.
