Ábreme la puerta, Sialia.

Casualidad o mi destino.

Era nada más ni nada menos que el señor Samuel.

—Emmie, tesoro... — solo se escuchaba decir.

— Que pasa Samuel ?— soné un poco preocupada.

— Mejor amiga, BEST FRIEND... Su clásico tono dulce sonó desde el otro lado.

— Que pasó ?!— dije ahora entre enojada y confusa.

Reconocí ese clásico tono, algo le había sucedido o algo necesitaba.

Ángel solo se quedaba confuso por mi cambio de actitud de un momento a otro, sin dejar de mirarme, lo que me ponía un poco nerviosa.

— Lo que pasa es que... Tomé el vuelo equivocado— tartamudeó nervioso.

— Samuel!! tú...

— Ya sé, ya sé, me habías dicho días atras que no me distraiga cuando salga.

—Y entonces ??— dije con una ceja enarcada.

— Mi vuelo saldrá mañana en la mañana, ya le dije a Grace que venga por mi, no te preocupes—me interrumpió—Pero te diré lo que te tenía que contar. Pues lo que pasa es...

En mi teléfono apareció otra llamada. Era mi papá. El no siempre solía llamarme por lo que respondí inmediatamente.

— Espera dos segundos Sami— colgué la llamada apresurandome a contestar la de mi papá.

— Emma— escuché a mi padre decir del otro lado de la llamada. Parecía un poco apresurado.

— ¿Que pasa papá?!

Creo que hoy es el día de preocuparme.

— Princesa, disculpa, tu madre y yo tenemos que viajar a Italia hoy por un viaje de negocios. Pero te prometo que volveremos días antes de tu graduación.

Me quedé en silencio unos instantes.

—Pero...

— Pero no te preocupes, te quedarás en casa de tu tía Scarlett y llegaremos el jueves para prepararte para tu graduación el domingo— dijo interrumpiéndome apresurado— tu tía pasará por tí en media hora.

Ya estaba acostumbrada a que salieran por negocios. Su trabajo era muy impredecible y más ahora que se estaban tomando vacaciones por unas semanas. Siempre me tocaba  quedarme con una amiga de mi mamá, hasta que ella se mudó y no volví a verla.

— Esta bien— dije con voz gélida.

— Sé que desearías que estuviéramos contigo durante estos días. Pero hubieron problemas imprevistos en la compañía y no pueden actuar sin nosotros.

—Esta bien, enserio— rodó una lagrima por mi cara.

Ángel se me quedó mirando y está vez con cara de preocupación, por lo que se acercó, me tomó del hombro y me preguntó con voz ronca, susurrándome.

— Que ocurre ?

No respondí por lo que debió de entender que algo mal estaba pasando. Le hice señas de que no pasaba nada aunque mis lagrimas me delataban.

—Tu tía pasará por tí en media hora.  Espero que lo entiendas linda— sonó mi papá colgando.

Levanté mi mirada y vi unos ojos centrados en mi. Ángel se encontraba frente a mi aún con sus brazos en mi hombro.

— Que pasó ?— pregunto de nuevo.

— No pasa nada— repetí— tengo que volver a mi casa, nos vemos— dije dándole una pequeña sonrisa triste mientras me alejaba, tomaba mi bolso  y salía del gimnasio. Al pasar me topé con Marcus que seguía hablando con la chica. Me vio y se despidió de mi con una seña, al mirar mi cara cambió su cara a una de confusión.