Esos ojos rasgados parecen intimidantes, se ven iguales a alguien del pasado... ─ Dijo Momo en su cabeza, retrocedía lentamente cuando se dejó ver la sombra, sonrió y después nuevamente se esfumó en el aire.
La peliamarilla parecia tan asustada que entró corriendo al bar donde sus amigas, ellas la vieron y solo se burlaron por la cara que tenía.
─ ¿Que te paso? ¿Por que estas así con esa cara de sorpresa? Te asustaron de seguro. ─ Dijo Nayeon, la conejito del grupo, se burlaba lo que podía ya que estaba bastante tomada.
─ Ni te burles. No se ustedes pero quiero irme de acá. ─ Las demás la miraron y asintieron, tenían ahora miedo por culpa de Momo.
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El bar quedaba cerca de la cada de Momo, dando esto que se quedarán sus amigas allí, la noche todavía tenía su tiempo, todo fue rápido, ¿por que se emborracharon tan rápido?
Rápidamente sus amigas entraron y se quedaron dormidas en diferentes partes de la casa, Momo no tenía siquiera ganas de dormir, solo pensaba en esos ojos, algo parecía raro en esos ojos, no tenían un color natural, se veían más... rojos, no rojos claros como algunas personas albinas tenían, un rojo profundo, rojo como la sangre, como el vino si lo mirabas de otra manera. Algo no estaba bien.
Se sentó en el sofa, allí estaba Mina dormida, Momo se acercó a ella y le extendió una manta gris en su cuerpo, ella se había olvidado su abrigo y seguramente tendría mucho frío.
Mina se acercó un poco a Momo, dejando caer su cabeza en el hombro de la peliamarillo, Momo solo sabía que no se podría apartar en un buen rato, prendió la TV y se dispuso a ver algún programa.
Las demás chicas parecían despertarse al escuchar el ruido de él televisor, poco a poco se iban sentando en el gran sofa, nuevamente se dormían y descansaban.
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Al día siguiente parecía que todas tenían un gran dolor de cabeza, incluso Momo que como ya se dijo, no había bebido igual que las demás.
─ Que dolor de cabeza.. ─ Dijo Jihyo, se levantó muy lentamente y fue a la cercana cocina para tomar un vaso con agua.
Momo también sentía un dolor de cabeza muy fuerte, se rasco la cabeza pensando en donde venden a esa hora pastas para el dolor de cabeza, temprano era y las farmacias cerca de donde estaban no abrían temprano.
La siguiente fue Mina en despertar, parecía menos intenso el dolor de cabeza en ella, miraba a las demás dormir, estaba con mucha sed pero no quería incomodar a Momo pidiendo un vaso.
Momo vio como se despertaba, ofreciéndole una bebida, Mina la miró, sonrió y después pidió una coca-cola, se la trajo y felizmente tomaba la pelinegra
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─ Momoring, creo que es hora de irme, ¿llevo a las demás a sus casas? Perdóname por lo de ayer, en serio estaba muy borracha. ─ Dijo Jihyo, sus ojitos se veían cansados, Momo solo río.
─ No es molestia, si quieres puedes ir sola, no te preocupes. ─ Dijo ella, se notaba que su dolor de cabeza había bajado por lo que le dijo Jihyo.
La peli rojo sonrió igualmente y se dirigía a despedirse de las demás, todas se despedían de ella y Jihyo se fue.
─ ¿Quieren que les prepare algo? ─ Dijo Momito, ellas obviamente asintieron y se acercó ahora Sana, viéndola preparar huevos, tocineta y jugo de naranja, preparaba las cosas rápido.
─ ¿Quieres que te ayude en algo, Momito? ─ Dijo la pelinaranja, Momo negó con la cabeza y Sana siguió con lo suyo, mirar a Momo cocinar.
Después de unos cuantos minutos estaba la comida preparada y en el comedor, las 2 japonesas llamaron a Nayeon y a Mina quienes seguían sentadas en el cómodo sofa.
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Las 4 chicas comían, no tenían afán de terminar la comida pronto, cualquiera se iría en su momento.
─ Que desayuno tan rico, ¿por que preparas tan buena comida, Momo? ─ Dijo bromista Nayeon, se notaba que tenía mucha confianza con Momo.
Solamente se rio la japonesa de cabellos rubios, las demás las miraban y se reian, diferentes temas de conversación aparecían aunque uno en especial pregunto Mina.
─ Estaba leyendo un libro, pero me parecía poco interesante por su gran fantasía, trataba de vampiros y eso, tendré que devolverlo a la biblioteca. ─ Dijo ella, las demás la miraban curiosas.
─ ¿Un libro así en una biblioteca universitaria? Debería de estar en una de niños pequeños, aunque bueno, solo tienen cosas viejas allí. ─ Dijo la de dientes de conejo, las demás asintieron y siguieron, aunque Momo fue la única que se interesó en el libro y fue preguntándole a Mina sobre las páginas que había leído.
Después de un tiempo Momo se le ocurrió pedírselo ya que ella solo había leído las primeras páginas. ─ ¿Será que me lo prestas? Seria interesante leerlo. ─ Mina asintió. ─ Si, te lo paso mañana cuando estemos en la uni. ─
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Acá termina mi imaginación, próximamente mi muerte por otros días 😋😋
